miércoles, 16 de septiembre de 2009

Aulas al descubierto

Últimamente se está hablando mucho en los medios sobre la situación de los docentes que no pueden hacer valer su autoridad sobre los alumnos, y el gobierno se está planteando dotarles de la categoría de autoridad pública, para que todos aquéllos que les falten al respeto sean castigados igual que si lo hicieran con cualquier representante de la ley.
Esto es un arma de doble filo y no me parece que sea la solución, porque entonces las escuelas se convertirán en comisarías de policía o en cárceles. Esta medida no solo no solucionaría el problema, sino que lo complicaría más. Es verdad que por ello se les aplicaría a los docentes la presunción de veracidad en los casos de conflicto o ante relatos dispares del mismo hecho, lo cual no es justo, ya que es verdad que a veces los docentes agreden a los alumnos física o psíquicamente y quedarían impunes por ello.
La presunción de veracidad es en sí algo injusto, es una manera de tirar por la calle de en medio, cuando, quien tiene que solucionar un problema, no sabe por dónde se anda. Porque ¿es suficiente argumentar que una autoridad pública tiene la razón, solo porque es representante de la ley?¿es que acaso no puede haber representantes de la autoridad mentirosos?¿no puede haber representantes de la autoridad, que, por miedo a quedar mal, o a reconocer que están equivocados y por ello actuaron mal, o a perder una estrella, mientan de palabra o en documento público?.
Es un tema complicado ya con los representantes de la autoridad, pues ni me imagino qué puede llegar a pasar si a los docentes se les supone también esa presunción de veracidad.¿Qué pasará entonces con los profesores que abusan de los alumnos?¿qué pasará con los profesores que agreden a los alumnos?¿QUEDARÁN IMPUNES porque negarán los hechos y será su verdad contra la del alumno y por ello el alumno quedará peor parado?.

No creo que la solución de los conflictos escolares pase por está solución, habría que buscarla en otro sitio o dentro de otros conceptos.

En los últimos años, han habido varios cambios educativos, con la logse comenzaron a cargarse la educación y lo que hoy ocurre es consecuencia de aquello, a mi humilde modo de ver las cosas, hubo una cosa mal en aquella reforma educativa, el ministerio lanzó a los profesores a una reforma para la que no los preparó, por lo cual los docentes se vieron desbordados por un sistema para el que no estaban preparados.

Yo vendía cursos de formación para profesores en aquella época y puedo asegurar que el interés de los mismos por hacer los cursos estaba en unos índices bastante deporables, pero no por ellos mismos sino porque el ministerio tampoco les facilitaba horario lectivo para hacerlos, como hubiera sido lo correcto. ¿De qué se asombran ahora nuestros gobernantes con lo que está pasando en las aulas? Un buen comienzo sería exigir una buena preparación a los docentes. Recuerdo a una profesora que hace muchos años les mdijo a sus alumnos: "haced lo que queráis yo vengo aquí a cobrar a fin de mes". No digo que esto sea la generalidad, pero como poco debería hacernos reflexionar este ejemplo.

Quiero concluir con esta afirmación: el respeto hay que ganárselo, que no crece en los árboles, esto es valido para padres, para profesores y para todo hijo de vecino.

Es solo mi humilde opinión, quien quiera puede contestar, pero no olvidéis identificaros antes, con un blog o escribiendo a mi correo diciendo vuestro nombre y apellidos y con qué nombre firmáis el comentario. scampodivi@gmail.com. Ya sabéis que esto es condición para que publique los comentarios.

1 comentario:

Julita Fernández dijo...

Sofi, te doy toda la razón en lo que argumentas.
El hecho de dotarnos a los profesores de autoridad no corrige los problemas educativos. Hay que ir a la raíz del problema.
Los profesores sí deberíamos contar con medidas apropiadas para las situaciones conflictivas de ciertos alumnos que no hacen ni dejan hacer. Debiera facilitarse más la expulsión de las aulas.
Por otra parte, pienso que hay que educar con co_razón y esto va en contra de esa autoridad tan marcada que da la ley.
El problema educativo de hoy es que no se afrontan los males en el momento adecuado, hay que actuar cuando se origine el conflicto, no dar largas, ni esconder la cabeza como que no se ha visto nada.
La educación es tarea de todos.
Un abrazo