jueves, 26 de junio de 2014

No te lleves esta imagen de mí

Esta frase me la dijo mi padre no hace mucho, cuando me despedí de él en uno de mis regresos a Biescas. "No te lleves esta imagen de mí"
Me caló hondo por las circunstancias que la rodeaban, porque viendo a mi padre tan enfermo me costaba dejar de pensar en aquellos otros tiempos, cuando le acompañaba su fuerza arrolladora y vivía su vida con una energía potente y tenaz.
Al verle tan impotente, decidí que sería otra la imagen que conservaría de él el día que nos dejara para siempre.
Por desgracia ese día llegó el pasado  24 de Junio y aunque todavía no me siento con  demasiadas ganas de escribir, quiero dedicarle unas palabras para decirle que la imagen que ha quedado grabada en mi corazón, a pesar del sufrimiento de este último año, es la de su tenacidad  a lo largo de toda su vida. Una vida intensa y repleta de momentos duros que superó con energía;  la imagen del luchador que no se amilana fácilmente y mira siempre hacia delante;   la imagen de su tenacidad para estar en constante espíritu de superación; la imagen del trabajador infatigable; la imagen de quien supo reconocer sus errores y pedir perdón; la imagen del dialogante.

Podría decir muchas cosas más pero todavía me falta energía, ya tendré tiempo más adelante. 
Si tuviera que resumir sus cualidades me quedaría con la figura del luchador. Y luchó hasta el último momento, hasta el último instante, dándonos un ejemplo magistral y valioso a seguir.
 Durante este último año de vida nos ha dado lecciones constantes, mucho más valiosas  si tenemos en cuenta el sufrimiento que ha tenido que soportar. Yo me he preguntado a menudo por qué hacía falta sufrir tanto para irse de este mundo, y me rebotaba internamente ante la ausencia de respuestas y la impotencia de no poder hacer nada más por él. Pero ahora que se ha ido no dejo de pensar que ha dejado de sufrir, que por fin descansa y que  ha recibido el premio que merece, estar donde quiera que sea pero entre lo mejor de lo mejor. 
Así que como ves, papá, no me quedo con la imagen de tus horas amargas, me quedo con la imagen  de lo que fuiste, de lo que me enseñaste, y sobre todo con la imagen del padre que amó a sus hijos mucho más de lo que el ser humano es capaz de apreciar.
Todavía no he podido llorar y quizá no lo haga, porque a pesar de lo amargo del momento me pesa más en el corazón saber que ha terminado tu sufrimiento.
Gracias por tu vida, por la nuestra y por haber sido tan buena persona. Te recordaré y te veré para siempre como cuando subíamos al pico de Collarada, caminando sin  desfallecer y dándonos ánimo en todo momento. Ahora ya descansas a los pies de tu Pirineo por donde nos llevaste tantas veces.
Porque ya lo decías con orgullo "yo soy montañés" y yo te respondo con orgullo también, un montañés de los mejores, un montañés único y especial, sobre todo especial. 
Y parafrasenado a Tagore quiero terminar diciendo que aunque tus labios han callado con la muerte, tu corazón me seguirá hablando.



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miércoles, 18 de junio de 2014

Eventos importantes, mi manera de pensar.

La actualidad de la nación está algo densa de noticias y eventos importantes y por ello andamos todos algo distraídos y hemos bajado la guardia. Ya veremos, cuando hayan pasado unos días, el número de goles que se nos habrán colado, disparados por el gobierno y organismos varios. Las televisiones nacionales están muy ocupadas preparando la retransmisión del evento y a lo mejor se han olvidado de darnos alguna noticia importante. Ya veremos, que tiempo al tiempo, decían nuestros mayores,  y las más de las veces terminaba pasando algo.

En mi lista de prioridades no está ver la televisión por lo que me perderé la retransmisión de la proclamación del rey, que tengo mejores cosas que hacer que plantarme delante de la tele para ver un evento que luego nos lo frotarán por delante de nuestras narices miles de veces,  en todo tipo de programaciones, resúmenes y similares. 
No digo con esto que el evento no tenga su importancia, pero como a mi la monarquía me deja indiferente, no me llama demasiado pasar un rato en estas lides. Aunque es verdad que he comprobado que a la mayoría de la gente le gusta tener a alguien por encima (y no estoy hablando de sexo) y disfrutan de su minuto de gloria cuando algún ser ilustre les dirige la palabra. Pero ya lo decía un amigo mío que en paz descanse, que en pelotas somos todos iguales. Así que nadie tiene que estar por encima de nadie y menos en una democracia que se supone algo menos piramidal y más horizontal. Pero la política es rara ¿verdad? y la acomodamos a nuestro antojo cuadre o no cuadre con la ideología ¡Qué narices, que para eso están las ideologías, para saltarles por encima cuando conviene! 
Para que luego intenten vendernos la burra diciendo que todos somos iguales ante la ley, y luego resulta que se acuerdan de las excepciones, todos menos el rey que es inviolable, el futuro rey que será inviolable, el antiguo rey que ya le inventarán algo para que lo sea, las infantas imputadas, los aforados y similares. 

Y como lo cortés no quita lo valiente desde este espacio quiero desearle felicidades al futuro rey, pero también quiero decirle que ya puede hacerlo bien, si quiere tener su minuto de gloria ante la nación entera, que vamos a estar vigilando con estos ojitos, que una cosa es que sea el heredero del trono y otra que no tenga que demostrar que lo merece. 

(los que habéis leído ya este post veréis que he quitado un párrafo, el relativo a la infanta Leonor, ya que esta mañana me han dicho que lo de su sueldo podía ser un bulo, he investigado y parece ser que si que es bulo y en su día fue desmentido, así que perdonarme)

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domingo, 8 de junio de 2014

Ni hacen ni dejan hacer

La nación anda algo revuelta, algo por no decir muy revuelta con el tema de la abdicación del rey; pero no voy a entrar al trapo de si hace falta o no la monarquía, porque entraría en un mar sin fondo de difícil explicación. Pero como opinar, lo que dice opinar de toda la vida, está permitido en toda buena democracia, opinaré que para eso están las ideas pululando por el ambiente.
El no quererse definir como monárquico o anti monárquico, no impide que se vean las cosas como son. La verdad es que nunca he entendido mucho que se dijera por activa y por pasiva que teníamos un rey campechano. Habría que matizar qué significa eso exactamente.
Si miramos el diccionario de la RAE y buscamos la palabra "campechano", nos encontramos en primer lugar la acepción que dice que "campechano" es el natural de Campeche (ciudad mejicana) añade que los campechanos se comportan con cordialidad sin imponer distancia en el trato ¿Ves? Ya hemos aprendido algo.
 Si seguimos mirando encontramos otra acepción, la que lo define como "franco, y dispuesto siempre a la broma y la diversión" (esto ya cuadra más), más adelante lo define como "afable y sencillo, sin mostrar interés por las ceremonias y formulismos"(bueno, bueno). 
Si profundizamos en todas estas ideas nos daremos cuenta de que la palabra "campechano" solo le ha sido aplicada en sentido muy superficial. Porque ¿qué sentido tiene ser tan afable y cordial, si no se está con la gente que pasa hambre? Es muy bonito hacerle la carantoña de turno al pueblo, pero luego " tu a tu casa a pasar hambre y yo a cazar elefantes" . Esto es lo mismo que el "famoso minuto de gloria" del príncipe Felipe, que todos ya sabéis de lo que hablo.
Si hacemos cuentas, la casa real nos sale un poco cara, aunque a pesar de todo, a algunos miembros no les parece suficiente, tampoco hace falta que lo explique ¿no? 
Yo no sé si necesitamos monarquía o no, pero si que haría falta  una ley orgánica que dijera que los sueldazos de sus miembros se rebajaran un poco, ya veríamos entonces si querían seguir siendo reyes; porque con lo que cobran no me extraña que se aferren al poder. Pero ¿querrían ser reyes a pelo, siendo de verdad un ciudadano más? ¿con un sueldo normal?
Si os digo la verdad no tengo motivos ni para estar a favor de la monarquía ni en contra; pero en estos tiempos de crisis cuando tantos ciudadanos pasan calamidades,  igual deberíamos plantearnos cuánta gente nos sobra de los que gobiernan esta nación que nos están costando tanto dinero,  y no hablo de monarquía solo, hablo de poder, hablo de políticos corruptos, hablo de asesores de asesores de los asesores. Hablo de dignidad, porque en una nación donde mucha gente no tiene resueltas sus necesidades básicas de supervivencia, no debería despilfarrarse tanto en mantener políticos que ni hacen ni dejan hacer para que esta nación salga adelante.

 

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