viernes, 31 de octubre de 2008

Camina

Camina descalzo por el asfalto mojado y resbaladizo, sin sentir el agua que fluye bajo sus pasos. Y conforme se va acercando al muro se pregunta si estará haciendo bien, empeñándose en seguir adelante, aún cuando todos les dicen que no lo haga, que se detenga, aunque es demasiado tarde, porque ya se ha cobijado en sus sueños y no puede deternerse.
Y sigue caminando mientras sueña que no tiene frío, que lleva zapatos, que al final del muro le sigue esperando.....y la lluvia no cesa....mientras sus sueños siguen soñando.....

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jueves, 30 de octubre de 2008

Adiós a los geranios y a las víboras


De repente los balcones se han vestido de blanco, por la llegada temprana de la primera nevada. Los geranios se han llevado una sorpresa por el manto frío que los ha cubierto. Las llevaban anunciando hace días, que iban a llegar las primeras nieves y, cuando parecía que se habían olvidado de este pueblo, las hemos visto llegar esta mañana.
La nieve caía tímida, casi sin querer acabar de caer, casi con miedo de que su llegada precipitada alborotara el ecosistema. Las golondrinas hace días que se marcharon hacia África, y los gorriones ya han buscado los escondrijos donde pasarán las horas frías del invierno, aunque los días soleados seguiremos viéndolos volar de aquí para allá, en busca de migajas y otros alimentos. Pero a los geranios, que andaban un poco despistados, les ha sorprendido la llegada del blanco elemento y, sin darles tiempo a guarecerse, se han visto cubiertos por ese manto frío que, con toda seguirdad, terminará con su vida; solo unos pocos, los más privilegiados, lograrán sobrevivir al invierno, para volverse a engalanar la próxima primavera.
Pero mientras tanto permanecen en los balcones, observadores de cuanto les rodea, porque saben que serán contadas las veces que vean los montes altivos, las cornisas temblorosas, la noche silenciosa. Pocos días les quedan de escuchar el griterío de la gente, el murmullo de la vida. Pocos días faltan para que dejen de despertarse cada mañana y den gracias por el nuevo día.
Queridos geranios, amadas gitanillas, es ley de vida, que nacistéis ayer para morir pasado mañana, que después de haber engalanado los balcones con tanta alegría
nadie os recordará la siguiete primavera.
Qué pena que cuantos miraban hacia arriba, para ver vuestra hermosura, y la veían tan grande, no pudieran soportarla y cegándoles la envidia, como ladrones en la noche, se adentraran en los balcones, sin permiso de sus dueños y violaran una intimidad, que no les estaba permitida, para maquinar males y hacer daño. Qué pena que haya gente tan malvada y tan rastrera que aproveche la belleza para hacer mal, porque no entiende que mucha gente ama las plantas por su belleza nada más. NADA MÁS.
Pronto los balcones estarán vacíos. Qué lejanas quedarán aquellas gitanillas tan hermosas, que sucumbieron al frío del invierno. Pero qué lejano quedará también, el espíritu de la víbora, que aprovecha la belleza para hacer daño y con su lengua viperina lametea por el suelo con la pena de no tener nunca tanta belleza. Esto es lo bueno del invierno que, aunque mueren las flores, desaparecen también las víboras. La Naturaleza es perfecta ¿verdad?.

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miércoles, 29 de octubre de 2008

Un gatito salvado por los pelos

Lo vi hace unos días, un gatito de apenas un mes de vida, que iba a ser sacrificado y alguien lo salvó, pero estaba muy débil e ignoro qué habrá sido de él. Tan insignificante que cabía en la mano de Juli, su nueva ama, pero tan poca cosa que más bien parecía tener una patita en el otro mundo. Estoy segura de que Juli le habrá cuidado muy bien y seguirá vivo. Porque ella sabe de gatitos, que éste no es su único gato, y sabe cómo cuidarlos, darles mimos y juguetear con ellos. Además es una chica solidaria y amante de la naturaleza y de los animales. Ojalá todos siguiéramos su ejemplo.

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martes, 28 de octubre de 2008

El Broche (desenlace)

No sabía si comenzar un nuevo relato o intentar escribir de nuevo el que acababa de perder, para que se lo publicaran en el siguiente número de la revista. El solo hecho de pensar en escribir sobre lo mismo le aburría, pero no se sentía con fuerzas de inventar una historia nueva, así que optó por lo primero.
Comenzó a escribir sin energía pero, conforme avanzaba el relato, su memoria le iba dictando paso a paso cada frase, cada párrafo. Pero cuando llegó al final decidió cambiar el desenlace.
Se había terminado la tinta de la máquina de escribir. Posiblemente, su padre guardaba alguna cinta nueva en su despacho, así que se dirigió hacia el lugar y cuando rebuscaba por los cajones, algo la sorprendió.
Acababa de encontrar la cinta, cuando al intentar cerrar de nuevo el cajón, observó un envoltorio, atado con un cordel, que parecía muy antiguo. Lo cogió y lo guardó en su bolsillo, para verlo con más calma cuando estuviera en su habitación. Un objeto guardado durante tanto tiempo, tenía que ser lago interesante.
Cerró la puerta del despacho con sigilo y caminó casi de puntillas, para no ser oída. Por suerte no se tropezó con nadie por el pasillo. Cerró la puerta y se sentó sobre su cama para mirar el interior del envoltorio. El corazón le palpitaba y le temblaban las manos mientras deshacía el nudo del cordel y comenzaba a abrirlo. Miró de reojo, con miedo por una de las rendijas que iban quedando al descubierto, pero no podía ver nada. Dentro del papel había una cajita de escasas dimensiones atada con otro cordel, le deshizo el nudo y se dispuso a abrirla, pero un extraño temor se le apoderó del cuerpo y en el último momento se echó atrás, cerró de nuevo la caja y la envolvió dejándola donde la había encontrado. Prefería no conocer ese enigma y quedarse con la duda sobre lo que había dentro. Nunca lo sabría y quizá era mejor así. Ya había tenido bastantes sobresaltos. Decidió dejar el final de la historia sin escribir, porque ella misma temía el final, que acababa de inventarle minutos antes.
De este modo fue cómo nunca llegó a conocerse del todo el enigma del misterioso broche, el enigma de una historia inacabada que ¡quién sabe si terminará algún día!
A continuación se abrió la puerta mientras se oyó una voz que le decía: “apresúrate, Elena, que se enfría la sopa”. Elena cerró el libro y lo dejó sobre la mesilla. El final le había sorprendido, pero también le había dejado un mal sabor de boca, le hubiera gustado que el broche apareciera, después de tanto misterio, dentro de la cajita, para poder seguir imaginando cosas fantásticas. Pero eso seguramente sería materia para otra historia.
Por cierto, le dijo su padre mientras cenaban, ¿sabes, Elena, que han publicado ya la segunda parte de “El broche”?....

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lunes, 27 de octubre de 2008

El Broche (parte III)

Tocó el broche con sus manos y comprobó que seguía prendido en su toquilla…..

María continuó un largo rato escribiendo hasta que hubo terminado su relato, al que había encontrado un final sorprendente. Lo tituló “El broche”. Cogió sus folios y se fue a entregarlos a la revista. Aunque el plazo de entrega estaba a punto de expirar, debía pasar por la copistería para hacer un par de copias para ella. Así que salió a toda prisa, pero, al atravesar el puente, resbaló y al apoyarse en la barandilla para no caer, soltó los folios que volaron por los aires y uno a uno cayeron al río irremediablemente.
Regresó a casa con un profundo dolor por lo ocurrido, y con la rabia de haber visto destruido su trabajo de tantas horas, en unos instantes. Ni siquiera tuvo valor para asomarse en la barandilla, e hizo mal, porque si lo hubiera hecho hubiera visto cómo un hombre de mediana edad, que paseaba por la orilla del río en ese momento, al ver caer los folios al río, se acercó y los cogió uno a uno, ayudándose con su bastón, y los puso a secar. Por fortuna había llegado a tiempo, y apenas estaban deteriorados. Cuando estuvieron secos, los guardó en una bolsa y se dirigió a su casa.
María pasó muchos días sin poder escribir, envuelta en una vida aburrida y hastiada por todo. Había puesto demasiadas esperanzas en la publicación de su relato y necesitaba tiempo para recuperarse de su decepción. Pero un día ocurrió algo inesperado. ´
(Próximamente el desenlace)

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jueves, 23 de octubre de 2008

¡Hasta el lunes 27!

El próximo post se publicará el próximo lunes, día 27. Por motivos laborales no voy a tener tiempo de ocuparme del blog hasta ese día. Hay una feria en el pueblo donde vivo y estaré trabajando todo el día. Cuidad el blog mientras tanto. Gracias.

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martes, 21 de octubre de 2008

El Broche (continuación II)

Por más que pensaba no podía entenderlo, todo lo demás estaba igual que entonces, y sin embargo, la tumba de su madre no estaba en su sitio. La tierra que, supuestamente la había acogido, estaba ahora intacta, como si nunca hubiera existido allí tumba alguna.
De nuevo, la invadió por completo esa vieja sensación del tiempo detenido ante sus ojos, como si ella y su entorno pertenecieran al cuadro de un museo. Salió de aquel lugar, con esa inquietud en su interior de no entender qué estaba pasando a su alrededor. Con la cabeza a punto de estallar y el cuerpo convertido en un tormo de hielo, seguía arrebujada dentro de la toquilla caminando de un lado a otro, sin rumbo fijo, hasta que algo llamó su atención.
A través de un escaparate vio cómo un hombre de mediana edad, sostenía un broche idéntico, con intención de comprarlo. Aquel hombre le resultaba extrañamente familiar, su sombrero, sus guantes, incluso el abrigo. Esperó un rato que se girara para verle la cara, pero parecía que él no tenía ninguna prisa en abandonar el establecimiento, así que decidió marcharse y olvidarse de todo.
Cuando llegó a casa, entró en su habitación y se dirigió hacia la mesilla y cogió el broche entre sus manos. Lo observó un momento. Era extraordinariamente bello. Lo insertó entre la lana de la toquilla y se dirigió hacia el espejo, que había sobre la cómoda, para comprobar cómo se veía con él. Pero cuando levantó los ojos, el asombro volvió a ponerle la piel de gallina. El broche no se reflejaba en el espejo....
(continuará)

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El Broche (continuación)


Se levantó de la cama, tan deprisa como se lo permitieron sus músculos entumecidos por el frío. Se envolvió en la vieja toquilla de lana y se precipitó hacia la puerta, sin saber qué hacer, ni a dónde ir. Miró a su alrededor. LLovía. Giró la cabeza una y otra vez hacia ambos lados y finalmente se armó de valor, dirigiendo sus pasos hacia el cementerio, donde yacía enterrada su madre.
Ella no creía en espíritus y se negaba a dar por supuesto que el de su madre la había visitado aquella noche. Tenía que haber una explicación y estaba dispuesta a encontrarla. Seguramente habían profanado su tumba y aquello no era más que una broma pesada de alguien, que sabía el cariño que ella le tenía a aquel broche.
Mientras el aguacero descargaba su ira sobre ella, pensaba en aquello y aceleraba el ritmo de su paso. Después de caminar un buen rato llegó al cementerio y se dirigió hacia la tumba de su madre. El mismo pasillo frío y lúgubre de entonces, los mismos nichos, el mismo ambiente gélido y sombrío. Sin embargo había algo extraño en el ambiente. Era como si el tiempo, se hubiera detenido en aquel lugar en aquel preciso momento.
Conforme se acercaba hacia la tumba, su paso se iba ralentizando, como si le hubiera entrado miedo de repente y quisiera demorar el momento de la llegada. Se abrazó a si misma sujetando ambos extremos de la toquilla. El frío era cada vez más intenso y el silencio de aquel lugar más penetrante.
Cuando por fin llegó hasta el lugar preciso, todo a su alrededor comenzó a darle vueltas. No podía creer que le estuviera ocurriendo aquello. Deseó con todas las fuerzas que fuera una pesadilla, pero por más que lo intentó no pudo despertar. Intentó secar el agua de su rostro, que seguía cayendo con insistencia, para poder ver con más nitidez y cuando miró de nuevo comprobó que la tumba de su madre había desaparecido.
(continuará)



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lunes, 20 de octubre de 2008

El Broche (relato-ficción)

Estaba anocheciendo cuando le pareció oír un sonido extraño al otro lado de la ventana. Se acercó a ella y limpió el vaho del cristal con la maga de la camisa. Estaba lloviendo. Pensó que aquel sonido sería debido a la lluvia, que golpeaba en la canalera. Se acostó, como de costumbre, y cuando apenas había apagado la luz de la mesita de noche, volvió a escuchar un sonido parecido a un extraño susurro.
Le entraron escalofríos y al mismo tiempo un sudor helado le invadió la frente. Se levantó de la cama y cuando encendió la luz, comprobó que la ventana estaba entreabierta. Lo miró todo a su alrededor, mientras intentaba abrigarse con una toquilla de lana, que le había tejido su madre hacía mucho tiempo. El aliento se le comenzaba a helar en los labios, cuando volvió a oír el mismo susurro, en forma de palabras entrecortadas y suaves.
Se acercó hacia la ventana de nuevo, intentando cerrarla inútilmente. La golpeó sin resultado y, finalmente, cuando había desistido de su intento, la ventana se cerró sola. El terror se le apoderó del cuerpo, los dientes le rechinaban y comenzó a llorar de angustia. No entendía qué estaba pasando. No sabía nada, solo que hubiera deseado que todo fuera una pesadilla. Pero el frío era real, el ruido era real. Se metió en la cama, tapándose por completo y quedó profundamente dormida, presa del cansancio.
A la mañana siguiente, se despertó como si no hubiera pasado nada. Es posible, pensó, que todo hubiera sido un mal sueño. Pero cuando se ladeó hacia la mesita de noche para comprobar la hora en su despertador, vio sobre ella un viejo broche que había pertenecido a su madre. El hecho no hubiera tenido la menor importancia si no fuera porque su madre llevaba enterrada más de diez años.

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domingo, 19 de octubre de 2008

He conocido a Daniel

Ayer me llevé una sorpresa, porque conocí en persona a Daniel y a sus padres. Hace tiempo que entro en un blog que se llama Un blog para Daniel. Se trata de un blog muy especial que habla de una persona más especial todavía. Un niño rodeado de cariño por todas partes, amado por todos los que le rodean. El cariño que le tienen sus allegados se palpa en cada palabra del blog, en el que intervienen sobre todo su madre y su tía.
Por eso ayer cuando le vi entrar con sus padres en la Taberna donde trabajo, no pude menos que escaparme de la barra para salir a saludarlo, a él y a su padres. Me acerqué a la madre y le dije "¿éste no será Daniel?", se me quedó mirando con asombro de que le conociera y luego comenzamos a hablar, le dije que hace tiempo que entraba en el blog y que le conocía por las fotos.
En fín que en Internet te encuentras con sorpresas cada día. Os invito a entrar en el blog de Daniel, es un lugar entrañable en el que os sentiréis a gusto. De verdad.
Espero poder ver a Daniel en más ocasiones. Un beso desde aquí para él.

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viernes, 17 de octubre de 2008

Quiero ser como la hierba

Hace unos días salió a la luz una publicación digital, con una colección de algunos relatos míos. Lleva por título Quiero ser como la hierba. Hace tiempo que había pensado reunir mis relatos pero ha sido por el empujón de un buen amigo mío, que me decidido a hacerlo.
No se comercializa en librerías convencionales, solo a través de Internet. Si hay alguien interesado en adquirirlo, lo tenéis en el enlace adjunto al título. Quiero deciros que el precio se refiere a los gastos de impresión y que no obtengo beneficio alguno. Pero si hay alguien que quiere la versión gratis, estaré encantada de enviaros un ejemplar del ebook, si así me lo hacéis saber. En la página de mi perfil encontraréis mi correo electrónico.

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jueves, 16 de octubre de 2008

¿Qué pasa con las devoluciones de Hacienda?

Estamos a mediados de Octubre y parece ser que este año, el Ministerio de Hacienda se está demorando en las devoluciones de la declaración de la renta. Hay quien dice que se han secado las arcas del Estado, hay quien dice que está esperando a que abonen el segundo plazo, aquellos a quienes la declaración les salió positiva, hay quien dice que tiene dinero pero se lo guardan para afianzar su depósito. Y mientras tanto nadie te aclara nada, como de costumbre. Es verdad que el plazo termina el 31 de octubre, y si se pasan de plazo hemos de tener la tranquilidad que se abonaran unos ridículos intereses en los bolsillos de los afectados.
Y para colmo de males, seguimos en esta crisis, que ya dura demasiado, aunque algunos la han reconocido solo hace unas escasas semanas. Verse, esto se veía venir hace tiempo, pero claro, como había que pasar las elecciones, se enmascaraban resultados financieros. Que las cuentas, hace mucho que no le salen a este país.
Los que tengan fondos de pensiones, que se aseguren dónde están siendo invertidos, que ya van siendo más, quienes tienen perdidas por varios miles de euros, que dejaran de cobrar el día de mañana, porque por mucho que se recupere esto, esos euros ya no los van a recuperan, al menos en su totalidad.
Mientras tanto seguiremos esperando que los ilustres señores de nuestro gobierno, se pongan de acuerdo en el modo de paliar todo esto, pero con eficacia, que más bien parece que le están haciendo remiendos al agujero económico, en lugar de solucionar de verdad el problema. Que la solución no solo es para quienes tienen hipotecas, que muchos que no les llega para tenerlas, por su bajo nivel adquisitivo, también lo están pasando mal, por la subida de precios, no vaya a ser que éstos tengan que pagar hipotecas de otros mas afortunados, cuando a ellos les está faltando una vivienda propia y algo de pan que llevarse a la boca.
A ver si se les enciende la lucecita a los señores gobernantes y dan con la solución de un problema, que podía haberse empezado a atajar antes, y que por sus intereses personales dejaron en el olvido hasta pasadas las elecciones. Que esta vez nos han tomado el pelo, pero ya vendrán más veces las urnas y entonces a ver cómo se las ingenian para seguir recibiendo votos.

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miércoles, 15 de octubre de 2008

Una de Fábulas y cuentos



Revisando unas cosas en internet he visto una página de fábulas que no tiene desperdicio. Os transcribo una de ellas, pero hay muchas más.

El águila, el cuervo y el pastor
Lanzándose desde una cima, un águila arrebató a un corderito.
La vio un cuervo y tratando de imitar al águila, se lanzó sobre un carnero, pero con tan mal conocimiento en el arte que sus garras se enredaron en la lana, y batiendo al máximo sus alas no logró soltarse.
Viendo el pastor lo que sucedía, cogió al cuervo, y cortando las puntas de sus alas, se lo llevó a sus niños.
Le preguntaron sus hijos acerca de que clase de ave era aquella, y les dijo:
- Para mí, sólo es un cuervo; pero él, se cree águila.

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Un blog llamado Otoño


Ayer me tropecé con un blog curioso, por casualidad, al que os invito a entrar. Lleva poco tiempo en el ciberespacio,pero parece prometedor. Su título es Otoño. Filosofía de andar por casa, que es la que cuenta, con reflexiones nacidas de la experiencia. Su autora tiene un modo peculiar de ver la vida, real como ella misma y nos lo trasmite con una serie de comentarios que harán la delicia de todos. Espero que os guste.

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martes, 14 de octubre de 2008

Vida para él.

Este fin de semana he visitado el blog de Jubilado y he visto un post que me ha conmovido. Lleva por título Una vida para Carlos. Es un llamamiento a la solidaridad para colaborar en la curación de un niño de corta edad, que padece una enfermedad extraña, de esas que se dan pocos casos.
Os invito a visitar el enlace donde se informa del tema para que colaboréis si lo estimáis oportuno. Los datos completos los escontraréis aqui
Mucha suerte ¡Carlos!

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domingo, 12 de octubre de 2008

Felices Fiestas a los zaragozanos


Como todos sabéis, hoy celebramos la festividad de la Virgen del Pilar, y como buena zaragozana, quiero felicitar a todos los que celebran hoy sus fiestas patronales, sobre todo a las pilares. ¡¡Muchas felicidades!!.
Ya hace casi cuatro años que me fui de Zaragoza y me vine a Huesca y, aunque estoy muy bien en el Pirineo oscense, no puedo evitar recordar muy a menudo mi tierra, llena de gente estupenda y acogedora. Por cierto a los zaragozanos nos llaman "almendrones" en esta tierra donde vivo ahora, supongo que, para no ser maliciosa, será por la cantidad de almendros que tenemos, aunque otros le atribuyan otras connotaciones mas desagradables que nada tienen que ver con la realidad. Y sin entrar al trapo, que no viene a cuento, todos sabemos que en altitudes superiores a los 800 metros la madera de los árboles es mucho más dura,rígida y fría. ¡Que le pongan un mote a eso!.

Felices Fiestas.

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viernes, 10 de octubre de 2008

¡¡¡¡¡¡Aviso Urgente!!!!

Este es un aviso importante, sobre todo para los contactos de mi correo electrónico. No abráis mensajes, con asunto "oieeeeeeee", que os pueden llegar desde mi cuenta de correo, porque yo NO los he mandado y son virus troyanos, me lo ha avisado esta mañana mi antivirus. Además me han llegado devueltos varios de esos correos mandados desde mi correo, de los que no tengo ni idea.
Avisad a todos vuestros contactos por si acaso.

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miércoles, 8 de octubre de 2008

Polvo de recuerdos de infancia


No lo pude evitar. Sabía que estaba cerca del lugar ¿cómo iba a marcharme sin echar una mirada siquiera a la vieja escalera centenaria?.
¡Si las escaleras hablaran! (pensaba mientras entreabría el viejo portón de madera). Si hablaran seguro que podrían llenar cientos de páginas con otras tantas historias, casi legendarias, de los acontecimientos que ocurrieron en aquella época. Cientos de pisadas diferentes, de hombres, mujeres, niños, ancianos, que les dieron vida. Y como el eco imparable de una voz en medio de los valles, aquellos pisotones sobre los peldaños, resonaban una y otra vez, cuando la chiquellería las subía o bajaba, en un interminable ir y venir, desde la casa de la abuela hasta los glacis y desde los glacis hasta la casa de la abuela.
Y subían corriendo, como si aquel fuera el último instante, de una carrera interminable para llegar los primeros a coger la merienda de pan con tomate. Y con el bocadillo en la mano, regresaban, pateando las viejas escaleras, que bajaban sin piedad, para regresar de nuevo a sus juegos, sus aventuras. El polvo que le sacaban a cada peldaño con cada pisada, no tenía tiempo de adherirse a la suela de sus alpargatas, que antes de que se dieran cuenta, habían llegado a los glacis, cuando las escaleras todavía permanecían temblando.
De repente se hacía el silencio y la escalera centenaria se quedaba muda. Al poco rato, un golpe la despertaba de su letargo, la señora Lorenza , la vecina del primero, había dado un portazo y se dirigía al mercado. Su caminar lento y cansado, casi era un alivio para la madera crujiente de aquellos peldaños.
Y cada día lo mismo durante todo el verano, carreras, pisotones, ruido, eco.
Pero una mañana, casi igual que cualquier otra, la escalera se sobresaltó al sentir la puerta del segundo y pensó: ya vienen los chiquillos. Pero aquel día los chiquillos bajaban despacio, caminando de puntillas, en silencio, lagrimeando, se miraban unos a otros sin decir nada. Cuando llegaron al rellano del primer piso, se detuvieron ante la puerta de la señora Lorenza, que muchas mañanas, al sentirlos, abría su puerta y les obsequiaba con terrones de azúcar, Pero aquella mañana nadie salió a la puerta. Y los chiquillos siguieron caminando despacio y se miraban unos a otros como pensando: la vamos a echar mucho de menos, ¿quién nos dará ahora los azucarillos?.

La señora Lorenza había tenido un accidente en el hogar de su casa, se le prendió fuego el delantal y murió a los pocos días a causa de las quemaduras. Los chiquillos no terminaban de entender cómo una mujer tan buena, podía haber tenido un accidente así. Y se les nublaban los ojos de lágrimas y con cada lágrima recordaban en silencio cada terrón, con que aquella mujer les había endulzado la infancia.

Ayer volví a mirar aquellas escaleras y subí unos cuantos peldaños, hasta el primer piso y recordé a la señora Lorenza, y de repente fue como si aquellos terrones de antaño devolvieran el sabor a mis labios. Me dí la vuelta y comencé a bajar despacio, no como cuando corríamos de pequeños. Cuando llegué ante el portón entreabierto, lo vi como entonces, pero con la madera más ajada y resquebradiza; por un instante me alegré de que todo siguiera como entonces, pero eso si, con un sin fin de historias nuevas que contar. La misma vieja escalera se erigía ante mí, como si el tiempo no hubiera pasado. ¡Quién me iba a decir entonces, cuando apenas levantaba un palmo del suelo, que tantos años después regresaría a aquel lugar y la encontraría como entonces!

(Dedicado a la señora Lorenza)



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martes, 7 de octubre de 2008

Los Buitres de la Península Ibérica

Vamos a descansar unos días, mientras esperamos que lleguen más participaciones sobre el amor, un tema denso y complicado.

Ayer casualmente vi un grupo de buitres, que volaban unidos y se dirigían a un mismo sitio, hacia un campo cercano a la carretera. Seguramente habrían avistado allí algún animal muerto y se lo iban a merendar. Esta mañana lo he recordado y me ha parecido bien hablar un poco de ellos.

El buitre es una variedad de rapaces, de las muchas que hay, repartidas por los continentes, aunque en la Península Ibérica solo viven el buitre leonado y el común, junto con el quebrantahuesos y el alimoche.
El Leonado, creo que es uno de los buitres de más tamaño, en algunos casos puede ser incluso mayor que el Águila Imperial. Suele planear, más que volar, en altitudes de 1800 a 3500 metros, aunque a veces pueden descender a los 600 metros por encima del nivel del mar. Los buitres se alimentan de animales que encuentran muertos, aunque no son capaces de cazarlos ellos mismos, debido al escaso tamaño de sus patas. O sea que se aprovechan de víctimas que otros han matado, descuartizándolas luego.
Hay quien dice que la práctica carroñera de estas aves,se ha exagerado, ya que también tienen su coranzoncito, y lo demuestran en la manera de tratar a sus crías. Además a la hora de criar, colaboran ambos miembros de la pareja, incuban do los huevos por turno.



Se podrían decir cosas muy curiosas de éstas y otras aves, pero no quiero aburriros. Tan solo decir que hay varias clases, según el lugar donde viven. Los buitres del viejo mundo, entre los que están las águilas,los azores y nuestros quebrantahuesos y alimoches; y los del nuevo mundo, entre los que tenemos el buitre real y el zopilote.
Y añadir que, lingüísticamente hablando, se llama buitre también a la persona que se recrea con la desgracia ajena, que planea sobre su víctima durante días incluso, y se lanza sobre ella cuando la ve más frágil, y después del ataque, igual que a los buitres, le queda la sangre esparcida por la boca,produciendo un olor tan nauseabundo que aleja a todo bicho viviente de su lado, llegando a terminar sus días en la más absoluta soledad, cosa que sin embargo, no ocurre con la especie alada.

¡Pobres buitres! compararlos con esta variedad, debe de ofenderles muchísimo. Porque, al fin y al cabo ellos comen carroña para sobrevivir y no para recrearse en el mal ajeno.


Todo esto y más lo podéis encontrar en este enlace. El Buitre y la foto aquí.

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viernes, 3 de octubre de 2008

Otra visión (séptima parte del debate)

Aquí dejo el comentario de nuestra amiga Perséfone:

Aquí os dejo un comentario que nos ha dejado n

No es fácil hablar del amor, porque es un concepto tan amplio que sería imposible abarcar todo su significado. Hay amor a los animales, a las plantas, a las personas, a las cosas, a los ideales. Pero yo me voy a centrar en el amor a uno mismo. El amor a uno mismo, creo yo, que es uno de los más extendidos, muchas veces creemos que amamos a otras personas, animales o cosas y en realidad no les amamos, o solo les amamos en la medida que nos amamos a nosotros mismos, o sea, que les amamos por nosotros y no por ellos.
El amor a uno mismo es egolatría, egocentrismo, narcisismo. Porque una cosa es amarse, aceptarse y respetarse y otra muy distinta, amarse hasta el extremo de no ver nada más que uno mismo. Lo de uno mismo es lo mejor,lo más valioso, lo único; esto significa que se subestima al resto, por lo que dicho amor a uno mismo es más nocivo que beneficioso. Nadie es tan bueno que sea superior a todos, ni mejor que todos. Por eso pienso, que el amor, no siempre es bueno.

Es mi opinión. Adios

(Si alguien más quiere participar, lo puede hacer enviando el texto en el enlace de mi perfil a mi correo electrónico)

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miércoles, 1 de octubre de 2008

Alguien quiere opinar (sexta parte del debate)

Garmo blanco ha querido participar en el debate.

El vuestro me parece un debate interesante, por eso me he decidido a participar. No obstante tengo que decir que, aunque vuestras opiniones me parecen buenas, no es esa la idea que yo tengo del amor.

Siempre que se habla del amor, lo normal es pensar en la relación entre personas; casi nadie se le ocurre hablar del amor de Dios. Entre otras cosas porque ¿alguien sabe si Dios existe? y si existiera ¿no tendría que dar más muestras del amor, que siente por las criaturas?¿por qué iba a permitir tanto sufrimiento alguien que se llama Dios amor?.

No entraré en esta línea. Me centraré más en la relación entre personas. Antiguamente se decía que amar era entregarse a los demás sin esperar recibir nada a cambio, lo cual me parece una gran barbaridad. Porque eso sería como infravalorarse. Y la base del amor, creo yo, está en amarse y respetarse a si mismo, valorándose en lo que se es. ¿Como vamos a dar amor si primero no lo ejercitamos con nosotros mismo?¿cómo vamos a dar todo nuestro espacio al ser amado, si no reservamos espacios para nosotros mismo?. Amar al otro no tiene por qué ser fustrante. Eso de renunciar a todo es obsoleto y machista.

A nuestros ancestros les interesaba que las mujeres renunciasen a todo, porque así las podían explotar por completo, consiguiendo mujeres sin ataduras. Ahora por fortuna hay más libertad en la pareja y las más jóvenes ya van sabiendo qué es eso de "participar con", de hacer las cosas en conjunto. Porque por fortuna ya van llegando tiempos en que esta dejando de confundirse el amor, con la conveniencia.

Amar no es renunciar a nada, sino participar con otro de un proyecto de vida en común, conservando cada cual lo que le define como persona y todas sus características personales. Las épocas de renunciar a todo por un hombre han llegado a su fin por fortuna(lo siento por ellos).

Hasta siempre: el Garmo Blanco

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