jueves, 26 de julio de 2012

Mirando su hueco

Acaba de cumplirse el octavo mes y todavía hay recuerdos que se asoman a mi mente, como si las cosas acabaran de ocurrir. Le veo sentado en su esquina de la piscina, balanceando  sus pies dentro del agua mientras cuenta los largos que voy nadando. La última vez me quedé en ciento dieciséis, pero eso fue el verano pasado. Ahora soy incapaz de nadar tanto, sin verle juguetear con sus pies cada vez que paso por su esquina, donde se sentaba para hacerme compañía. 
El hueco que ocupaba sigue estando a mi lado, me sigue haciendo compañía y de vez en cuando le miro de reojo por si alguna vez le pudiera encontrar de nuevo. ¡Quién sabe si uno de estos días.....!

Solíamos escuchar esto juntos

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martes, 24 de julio de 2012

Buena música


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jueves, 19 de julio de 2012

Marionetas

Cuando veas una marioneta sigue los hilos y terminarás viendo la persona mezquina que los mueve, normalmente alguien tan sucio, como cobarde y ruin. Porque ¿qué se puede esperar de alguien que utiliza insignificantes marionetas para dar a conocer sus planes o conseguir sus propósitos? Pobrecicas marionetas, que se creen héroes cuando no son más que un montón de cartón, que en el primer chaparrón que les caiga, se verán reducidas a un amasijo sin forma, ni valor.

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martes, 17 de julio de 2012

Con el culo al aire



Nunca hasta ahora me había dado cuenta de la cantidad de hipocresía que nos rodea a menudo. O si no mira a tu alrededor y saca tus propias conclusiones. Gente que te saludaba con cortesía e incluso te sonreía, toman una actitud diferente ante ti cuando la vida los pone a prueba. Esas miradas cómplices se convierten en dagas que se clavan en tus espaldas, esas sonrisas forzadas se vuelven balas que te taladran, y esas palabras de cortesía son como dardos envenenados que pretenden acabar contigo. 
Esa  multitud hipócrita no advierte que un día esas dagas se volverán contra ellos, esas balas reventarán en sus manos y esos dardos envenenados les aguijonearán hasta terminar con sus vidas. 
Qué fútiles son a veces los comportamientos de las personas que te muestran hipócritamente  un lado de su  cara, sin darse cuenta de que están a punto de quedarse con el culo al aire.

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jueves, 12 de julio de 2012

Sutil venganza



    Aquella  incansable y vieja  melodía que tantas noches la  acompañó   en sus años de juventud, le retumbaba  ahora en los oídos, sin que ella se inmutara.  La  había elegido  entre muchas, como una venganza sutil que la acompañaría siempre .  Las notas nostálgicas  de “si tu me dices ven..“ se sucedían constantemente retumbando dentro  su cabeza. Y del mismo modo que  él la rechazó,   permaneciendo impasible, ahora  ella,  que  no tenía el más mínimo  deseo de quererle. dejó que sonara    el viejo bolero una y otra vez  en  su teléfono móvil, sin tener ninguna  intención de contestar su  llamada......

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sábado, 7 de julio de 2012

Una vez más

La música nos acompaña en los momentos más intensos de la vida. A veces escuchamos melodías que no nos dicen nada, como me pasó en su día con esta. Pero cuando la vida se te pone del revés la cosa cambia, entonces esa música  que retumbaba en el vacío, se convierte en compañera inseparable  de tus días.  Esas notas te hacen soñar y te sacan por unos instantes de tu realidad, haciendo que desees lo que no puedes conseguir, volver a verle una vez más....aunque solo sea una vez más. .....

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miércoles, 4 de julio de 2012

Bee Gees magníficos



La música de siempre. ¿Qué te recuerda?  No puedo menos que escuchar esto y darle alas a la imaginación......


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lunes, 2 de julio de 2012

Alas rotas

Camina arrastrando sus pies, levantando una nube polvorienta, que le persigue incansable allá donde va. Con las alas rotas, incapaz de levantar el vuelo, toma impulso una y otra vez, pero todo es en vano. Recuerda que hubo otra época, cuando volaba tan alto que era capaz de contemplar las mayores maravillas. Recuerda sus alas abiertas dejándose abrazar por el viento, surcando corrientes invisibles de felicidad. 
El polvo del camino le devuelve la realidad, y contempla sus alas rotas, impregnadas de barro. Y sigue arrastrándose hacia  la cima más alta para sentir  una vez más el abrazo del viento. Como puede,  llega  y se arrastra hasta el borde, luego mira hacia abajo y se deja caer. Y mientras cae recuerda aquel tiempo cuando solía volar, cuando sus alas no tenían cicatrices, ni barro, ni soledad......

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