La operación salida de las vacaciones me
recuerda al comienzo de las rebajas de los grandes almacenes. La gente
arremolinada ante la puerta para cumplir con las rebajas. Ha dicho la DGT
que este año habrá ochenta millones de desplazamientos por nuestras
carreteras; demasiados me parecen teniendo en cuenta la crisis. Las
mismas fuentes afirman que un veinte por ciento de los españoles se van a
quedar sin ellas.
Hay algo que no me cuadra.
Si
hay un 21% de españoles que viven por debajo del umbral de la pobreza,
cómo puede haber solo un 20% que no van a ir de vacaciones. Yo no me considero pobre y sin embargo no voy a ir de vacaciones.
Entonces ¿cómo se hacen las estadísticas? Nunca me he fiado de ellas y
ahora menos, porque parece que están intentando maquillar resultados
para que parezca que estamos saliendo de la crisis.
Polémicas estadistiqueras aparte, hay otros aspectos que quería mencionar.
En
esta cultura de consumismo en la que consumir es casi obligatorio para
ser un buen ciudadano, en virtud de la cual nos creamos necesidades que
no tenemos o no teníamos, nos vemos abocados a las vacaciones lo mismo
que a las rebajas. Es como si lleváramos una voz dentro que nos indicara
¡a consumir! ¡todos de vacaciones!
Seguro
que si hacemos una encuesta preguntando por el motivo de las vacaciones
encontraremos tantas respuestas como personas. Hay que entender a
quienes las ven como una prioridad esencial en sus vidas. No cabe duda
de que cambiar de aires es bueno para todos. Hay otros que van de
vacaciones por inercia.
En una
ocasión estuve quince años sin ir de vacaciones con mis hijos, no me
pasó nada. Ahora vuelvo a llevar algún tiempo sin ellas, tampoco me está
pasando nada. Pero querría saber por qué las vacaciones son tan
importantes para tanta gente. Si alguien quiere colaborar me gustaría
saber.
¿ Por qué vas de vacaciones?