martes, 29 de mayo de 2012

Lamentos detrás de la puerta

Subió  los escalones caminando de puntillas intentando evitar ser descubierto. Cuando llegó junto a la puerta le pareció oír como un lamento que salía del interior de la vivienda. Introdujo la llave en la cerradura y la giró suavemente. La cerradura protestó emitiendo un chirrido que nunca antes había escuchado. El lamento se hizo más agudo, se detuvo y soltó la llave. Se preguntó por qué se comportaba de aquella manera, a fin de cuentas si ella estaba con otro no le quedaría más remedio que aceptarlo. 
Recordó el día que se conocieron y sintió lástima de que todo hubiera acabado. Titubeó unos instantes y volvió a girar la llave, que permanecía inmóvil junto al pomo de la puerta. De nuevo escuchó el lamento y  se detuvo, como si dudara de que aquella fuera la acción correcta. Quizá hubiera sido mejor hablar con ella y preguntarle el motivo de su infidelidad. En el fondo de su ser deseó que las habladurías fueran infundadas. Mientras tanto seguía girando la llave y  los pensamientos se sucedían unos a otros en el interior de su cabeza. 
Un sudor frío se apoderó de él y al sentir que la llave le patinaba entre los dedos, se detuvo. Volvió a escuchar el lamento.
     Secó sus manos como pudo en las magas de su chaqueta y volvió a girar la llave de nuevo. Sintió golpearse una puerta, probablemente habría  olvidado cerrarla antes de salir, o quizá ella la había abierto al llegar a casa. Deseó con todas las fuerzas que ella no estuviera en casa, pero los ruidos que estaba escuchando parecían convencerle de lo contrario. Unas pisadas como de pies descalzos  recorrieron el vestíbulo  varias veces, mientras él seguía girando la llave. De nuevo el sudor frío. 
No podía ser verdad. Aquello era superior a sus fuerzas. Sacó la llave de la cerradura sumergiéndola  en su bolsillo. Retrocedió hasta las escaleras y volvió a escuchar el lamento. Al llegar a la calle comenzó a caminar sin rumbo como si fuera incapaz de encontrar el camino de vuelta.. Después de tres  horas regresó a casa y se encontró  con ella de frente. Las palabras se le helaron en la boca,  cuando ella le saludó como si nada. Luego  comenzó a hablar, cariño tengo que contarte algo. Su cara  no era precisamente de  preocupación. No se cómo te lo tomarás, he estado todo el día dando vueltas y más vueltas. Al final le soltó a bocajarro, me he buscado un amigo. El no podía creer que le estuviera dando esa noticia, del mismo modo que le hubiera dicho que se acababa de  comprar  unos zapatos nuevos.  Mientras tanto ella seguía, pasas tantas horas fuera de casa y me aburría tanto que al final me he decidido. Señalando hacia la terraza le dijo, míralo. 
Un enorme gato negro le miró de frente mientras él deseó con todas las fuerzas que se lo tragara la tierra.....
(moraleja: nunca confundas los lamentos y las pisadas de los gatos....si  no quieres hacer el ridículo  )

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viernes, 25 de mayo de 2012

Cuando me rompo en mil pedazos

Han pasado ya seis meses desde que José Luis pasó a formar parte de las estrellas  y  el silencio lleno que me rodea me recuerda una vez más que no volveremos a vernos, al menos en esta dimensión. Que, aunque le vea medio dormida entre mis sueños, deberé saber que es solo eso, un sueño y que cuando vuelva a despertar volveré a llevarme la misma sorpresa: que no está ya conmigo, aunque todo siga oliendo a su presencia. 
Todo cuanto me rodea me sigue recordando a él, recuerdo de tantos días compartidos, recuerdo de tantos sueños y buenos momentos. En los días de más melancolía le sigo viendo, caminando desde lejos, como cuando se acercaba hacia mí. Veo su silueta reflejada en el agua del barranco, cuando la miro fijamente intentando encontrarle entre las piedras. Siento sus pasos tras de mí, como cuando caminábamos por los senderos y él se empeñaba en que yo fuera delante. Camina delante, me decía, que vas más deprisa. Y el me seguía a su ritmo solo por complacerme, porque sabía lo mucho que disfrutaba caminando junto a él en nuestras excursiones montañeras.
Recuerdos, recuerdos y más recuerdos. 
Este año no ha estado conmigo preparando las flores de la terraza, a la que dedicaba horas enteras cuando se acercaba la primavera; ni ha podido preparar el huerto, ni verá crecer las plantas que torpemente he puesto, ni verá las siemprevivas, más bonitas que nunca, ni las flores silvestres. 
Cuando voy al huerto y recuerdo la ilusión con que lo hizo, al mirar a mi alrededor siento la tentación de hablarle. Mira, José Luis, este año hemos puesto fresas y perejil y frambuesas y menta, mucha menta, hierbabuena  y  especias. Si,digo bien, hemos puesto, porque me ayudan Fernando y Violeta, que si no, no se qué sería de mí, que no entiendo nada de flores, ni de plantas, ni de huertos. Bueno Fernando entiende tanto como yo, pero Violeta sabe mucho y ha puesto el huerto muy bonito. Me han ayudado a quitar los pinchos, menuda soba que se dieron hasta que acabaron con todos. ¿Ves, José Luis, como no estoy sola? 
Luego vuelvo a la realidad, que me persigue como una sombra para recordarme que no le veré más y como si me volatilizara me rompo en mil pedazos, es entonces cuando corro hacia la calle y hago como si no pasara nada, hablo con la gente, quedo con amigos, me voy de cañas. Es entonces cuando tengo la sensación de que, al regresar, voy a encontrarle en casa.


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sábado, 19 de mayo de 2012

Reflexiones entre tormenta y tormenta

Después de esperar la tormenta desde ayer, por fin ha caído una buena, con granizo incluso. El ambiente se ha vuelto gris y, aunque el sol intenta asomar por entre las nubes, algo me dice que ésta será una tarde de tormentas, o de mal tiempo. 
No me gustan los días grises, aunque me encantan las tormentas. Esas tormentas de verano que descargan y tras ellas vuelve a lucir el sol, impregnando el ambiente con olor a ozono, hasta el punto de cortarte la respiración. Se escuchan truenos a lo lejos, con suerte el zumbido se irá acercando poco a poco. Y digo truenos, porque no creo que sea la vecina moviendo muebles. Parece que se ve una cortina de lluvia en el horizonte. Sí. Efectivamente se oyen truenos, lo que me hace adivinar que no saldré esta tarde o si salgo serán con paraguas y poco rato. 
Hoy es uno de esos días que me subiría al monte,  lo más alto que pudiera, y desde allí contemplaría los otros montes, los valles, las nubes grises, los relámpagos. Y yo sola, en medio del monte, gritaría lo más fuerte que me permitieran las cuerdas vocales. Gritaría fuerte y alto y volvería a preguntarle a la vida ¿Por qué? Y la vida me diría que no tenía respuestas para mi. Nunca hay respuestas para preguntas complicadas. Quizá la pregunta debería ser ¿por qué existen las preguntas complicadas?
Los truenos se acercan, se oyen cada vez más fuertes. Es posible que sea su grito desesperado, su porqué. Y la respuesta en este caso sería fácil, les diríamos que estaban echos para tronar.
Me da miedo pensar, temo  preguntar,  porque no quiero   escuchar que la vida me responda, que estoy echa para preguntar una y otra vez sobre todos los porqués que me tienen agotada. Porqués complicados sin respuesta, siempre sin respuesta.
Y mientras vivo mi vida, mientras escucho todas las tormentas, me empuja una rabia interna para que siga adelante, y en estos momentos para que trepe el muro que tengo ante mis ojos. Un muro enorme y macizo que una de dos, o cavo un túnel , o me crecen alas........para atravesarlo.

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viernes, 11 de mayo de 2012

Tercera edición de la feria de Primavera de Biescas

Este fin de semana se celebra en Biescas la tercera edición de la feria de primavera. No he podido evitar recordar el tremendo esfuerzo que llevó  a cabo José Luis hasta que consiguió ponerla en marcha en su primera edición. Seguro que se alegraría al ver que sigue adelante. Me pilla desfondada, así que no comentaré nada más. 
Tan solo un recuerdo para él, que como fundador del evento, merece estar presente en la mente de todos. banner_feria_de_la_primavera

Cuando se pone en marcha cualquier evento se cometen muchos errores, pero con esfuerzo  y buena voluntad se van compensando en ediciones posteriores. ¡Ojalá! que con esta feria pase lo mismo, y que con  buena voluntad,  los organizadores y directores aprendan  de los errores y consigan hacer una feria del calibre que se merece.

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viernes, 4 de mayo de 2012

Mientras haya nieve en El Erata, no siembres las patatas


Y aunque la nieve se va deshaciendo, la climatología va a impedir por unos días la siembra de patatas o de cualquier otra cosa.
Este refrán me lo dijeron unas personas de por aquí, así que supongo que tendrá su validez científica: mientras haya nieve en el Erata, no siembres las patatas. 
Unimos a  esto  otro refrán  local  "cuando la raca baja a Puyarcón, llueve en Aragón" y Puyarcón está cubierto por la raca, así que esperamos lluvia varios días. ¡Qué novedad! al final, como dice una amiga mía "beberemos el agua de pie"
Este año sembraré menos, espero que me salga  algo y se pueda comer, ya os lo contaré. Eso sí, sembraré a mitad de Mayo o finales, cuando lo permita el tiempo y haya terminado de picar lo que me queda. 

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