miércoles, 25 de febrero de 2015

¿Es que no se cansan de mentir?



 "Sin mentiras la humanidad moriría de desesperación y aburrimiento", lo dijo en una ocasión Anatole France, y parece ser que tenía razón porque  hay gente tan desesperada de aburrimiento que necesita pasar sus días difundiendo mentiras. Seguro que todos conocemos algún mentiroso o podemos poner ejemplos de personas que hemos pillado diciendo una mentira.
 En el blog de Steven Brens podemos leer que "el ser honesto posiblemente no te deje muchos amigos, pero seguramente te dejará a los amigos de verdad" pero parece ser que por psicología al embustero ni le importan los amigos ni que sean o no de verdad, porque tal es la necesidad que tienen de mentir que todo se les apodera. Lo malo es que quien miente  ignora que, como decía Aristóteles, " el castigo del embustero es no ser creído, aun cuando diga la verdad". Porque a todos nos habrá pasado que si pillamos a alguien mintiendo ya nunca podemos confiar en él.
Hay cosas que deberían saber los aficionados al arte de la mentira, como por ejemplo que cubrir  una falta con una mentira, es reemplazar una mancha con un agujero. Y es que es práctica habitual en este mundillo  que cuando  comete una falta, el mentiroso intente cubrirla con mentiras o agujeros, o disfrazarla sin  tener en cuenta que no va a poder tenerla disfrazada siempre, y que ese agujero será su perdición. (Alguien que no recuerdo, dijo la frase que acabo de escribir)


Lo que cuesta creer es que no se den cuenta los mentirosos que pueden engañar a los demás pero que no pueden engañar a su conciencia. Claro esto en el supuesto de que tengan conciencia, que sería otro tema.

William Shakespeare dijo que "nada es verdad ni mentira que todo es según el color del cristal con que se mira" pero no estoy muy de acuerdo porque hay casos en que la verdad es la verdad y no hay más. Por ejemplo y esto es solo un ejemplo, si a una persona la  despiden de su trabajo porque al empresario no le salen las cuentas y éste le  ha dicho claramente delante de testigos que le sale cara, a pesar de estar cobrando lo mínimo que estipula el convenio, por mucho que se utilicen otros cristales nunca podrá haber alguien honesto que diga que esa persona se ha ido de la empresa porque no se puso de acuerdo con el empresario en cuanto al salario a cobrar, porque sería no solo una gran mentira sino una calumnia. Y aquí no hay cristales que valgan sino que lo que debería prevalecer es una verdad que puede demostrarse claramente sin necesidad de acudir a otras argucias barriobajeras, como lo es la argucia de la mentira.  Seguramente cuando Shakesperae dijo lo del cristal se refería a otra cosa. 
     Aquí podría aplicarse la teoría de la croqueta, que es todavía más clara: si en un restaurante pides una croqueta y preguntas si es casera, solo hay dos  opciones, cristales aparte, si lo es decirlo y si no lo es decirlo también. Pero si dices que es casera y no lo es, es como dar gato por liebre, o sea mentir.

Hay un proverbio judío que dice que con una mentira suele irse muy lejos, pero sin esperanzas de volver. Y tiene razón el proverbio, porque no se puede regresar de allá donde te llevan las mentiras, porque la credibilidad no se recupera jamás. Esto deberían saberlo quienes utilizan la mentira como su medio de vida.
Además la mentira nunca viaja sola porque  va unida a la calumnia las más de las veces y ya lo decía Rabindranath Tagore "que la calumnia se muere de cansancio bailando en la punta de las lenguas" en la punta de las lenguas biperinas de algunas personas que para no dañar su imagen utilizan el embuste y no se detienen a la hora de calumniar. No deben saber que ya lo dijo Esopo una vez que "el único provecho que sacan los embusteros de sus mentiras, es no ser escuchados cuando dicen verdades". Bastante castigo tienen ya los pobres, porque sí, por eso se dice a menudo "pobres embusteros" porque de algún modo inspiran lástima al verles haciendo el ridículo sin que se den cuenta de que ya no engañan a nadie. (Como algunos políticos, por ejemplo) ¿Es que no se cansan de mentir? Y lo peor de los mentirosos es que de tanto mentir acaban por creer sus propias mentiras. Esto también me suena a política y no sé por qué.



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lunes, 9 de febrero de 2015

Hoy comemos de depende

Hace ya mucho tiempo que no os pongo alguna de mis recetas, así que ya va siendo hora.
Se trata de una receta muy apañadica para superar estos tiempos de crisis que nos están tocando vivir. Ya veremos cómo le vamos a sacar partido a unos pocos ingredientes para poder elaborar varios platos.
A esta receta le llamaré DEPENDE porque la haremos depende de lo que haya en la nevera. Como orientación os pongo algunos ingredientes que podéis cambiar por otros parecidos  a vuestro antojo según vuestro "depende".
A me me gusta comprar a menudo revistas de cocina, se me van los ojos detrás, pero tengo que decir que nunca he hecho una receta tal y como la ponía en la revista, es más, algunas de mis recetas no se parecían en nada a la original. No porque estuvieran mal, que no lo sé, sino porque siempre me fallaban algunos de los ingredientes. Pero con esta  receta no os pasará porque pondremos cosas normales que están al alcance de cualquiera.
En primer lugar prepararemos una olla enorme donde colocaremos carnes variadas a nuestro gusto para hacer un buen caldo, junto con las carnes añadiremos verduras variadas, sin que falte la zanahoria, el apio, el puerro y si puede ser boniato y nabo. Junto a esto añadiremos algunos huesos de ternera, cerdo y jamón. Lo pondremos a hervir a fuego fuerte, pero cuando rompa la ebullición bajaremos el fuego a  media potencia. Que ya lo decían nuestras abuelas, la comida a fuego lento. También decían en olla de barro, pero eso es más difícil. También ellas guisaban en los hogares de las chimeneas y ahora tenemos vitrocerámicas. No vamos a ser tan puntillosos.

Lo dejaremos hervir aproximadamente una hora, que si lo dejamos más luego sube el recibo de la luz y todo hay que tenerlo en cuenta, que con una hora ya sale un buen caldo; bueno se puede emplear una olla exprés o similar y entonces el tiempo será menor. Espero que no hayáis olvidado echarle un poco de sal.

Una vez hecho el caldo lo dejaremos reposar unas horas para que al enfriarse se endurezca la posible grasa y podamos quitarla con una espumadera sin que se nos desparrame. 

A continuación  separaremos en un plato la carne y en otro la verdura. Con la verdura elaboraremos un puré espeso. La carne la reservaremos para elaborar unas croquetas aprovechando también la que queda pegada a los huesos, que todo se paga en la tienda. Ah, no le deis los huesos al perro que le pueden sentar mal, que hoy día los perros no están acostumbrados a comerlos. 

Con el caldo que nos haya quedado haremos una sopa de fideo fino o maravilla, yo prefiero los fideos. Las croquetas las haremos al estilo casero y al triturar la carne le añadiremos un poco del puerro  que habremos añadido a la cocción y algo de zanahoria, sin pasarnos y en lugar de hacer la besamel con leche la haremos con algo de caldo de la sopa, quedarán muy sabrosas, ya veréis. 

En la preparación del puré añadiremos por encima un poco de mantequilla o similar y queso rallado y lo gratinaremos, así estará riquísimo y se disimulará el gusto dulce del boniato y del nabo, que a muchos no les gusta. 

Así que con poco dinero habremos hecho dos primeros platos, la sopa y el puré y un segundo plato, las croquetas, menú que podemos completar con tres mandarinas. Todo riquísimo. 
Una opción alternativa a las croquetas podría ser, desmenuzar la carne cocida y hacerle un refrito de tomate natural con ajos, queda  buena de verdad. Que cuando se guisa hay que pensar en todos los gustos. Con este menú casi  tenemos para comer, cenar y seguro que sobra algo para el día siguiente. ¿es un menú anticrisis o no?
No hace falta sofisticarse para comer bien, las cosas sencillas son las mejores. Que  están bien  las recetas de los mejores chefs, pero como la comida casera ninguna. 

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lunes, 2 de febrero de 2015

La cizaña que más molesta, para cada cual la suya.

A menudo hemos oído la expresión en momentos determinados de que "hay un antes y un después" y aunque sea muy utilizada hay que reconocer que, por lo expresiva que es,  se puede emplear millones de veces. Porque la verdad es que hay acontecimientos que nos marcan tanto, que no podemos menos que atribuirles ser los causantes de nuevos comienzos.
     Nuevos comienzos que nos invitan a vivir de manera diferente porque los pilares que creíamos que  sostenían nuestra vida, de la noche a la mañana, se ven derrumbados por un terremoto inesperado,  que nunca hubiéramos imaginado que podía llegar. Con toda nuestra vida derrumbada por el suelo y mientras intentamos levantarnos,  comprendemos el verdadero sentido de la vida. Entendemos que ha llegado el momento de vivir nuestra vida, que aquellas premisas que nos inculcaron de pequeños no sirven de casi nada, porque eran objetivos personales de otras personas, no eran los nuestros. Pensamos que nuestra vida ha estado cimentada en un error pero a pesar de todo pensamos que merece la pena aprender de nuestro propio error; solo así podríamos ser capaces de edificar algo sólido que no se desmorone, cuando la crueldad de los perversos lance su mano destructora contra nosotros. Con mano fuerte y convicciones profundas podremos detener el látigo que intenta hacernos daño. 


Emprendemos así un  camino diferente, rodeados de diferentes personas que pasan a ser coprotagonistas de nuestra vida; es entonces cuando nos damos cuenta de que en la pantalla de nuestra vida solo queremos buenos actores, que los actores mediocres son relegados a terceros, cuartos, quintos, enésimos planos imperceptibles, donde quizá debieron estar siempre. 
Seguramente os habrá pasado a veces que os sentís como si la mala hierba creciera junto a vosotros y os ahoga tanto que un buen día os decidís a arrancarla de vuestra vida para que no os arruine. De eso se trata de arrancar de nuestro lado esas plantas venenosas que no sirven para nada, solamente para estropear la vida de otras plantas que solo quieren crecer y vivir en paz. La cizaña, la llamaban en la Biblia, y todos sabemos que la harina de sus semillas es venenosa, será por eso que deberíamos alejarnos de ella lo más posible, no sea que su veneno nos alcance y eche a perder nuestra cosecha.

Será por eso que deberíamos erradicar lo que haya de mala hierba en nuestro interior, porque todos tenemos algo de cizaña, lo que ocurre es que no la vemos, por aquello de que se ve mejor la mota en el ojo ajeno que la viga en el nuestro. A lo mejor en lugar de perdernos en frases grandilocuentes deberíamos ser más ejecutivos y poner manos a la obra, que es fácil pensar que los demás son los malos y dar por sentado que nosotros no tenemos parte de culpa. Que cada cual arranque su cizaña, que ya tenemos bastante, pensando que los demás harán lo propio. Que ya somos mayorcitos ¿No?
 


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domingo, 1 de febrero de 2015

Comentarios de un Domingo cualquiera

     No paran de mandarme fotos y vídeos de las nevadas del Pirineo. Unas nevadas que se han hecho esperar pero que han llegado al fin con fuerza y contundencia. Mi mente se divide en sensaciones, por una parte piensa lo que se ha perdido, por otra se da cuenta de lo que se ha librado. Porque después de derrapar tanto el invierno pasado por las calles heladas (mi costilla todavía se resiente de una de las caídas que tuve) y dar con las narices y todo lo demás en el suelo, me siento reconfortada al pensar que donde vivo ahora no hiela y por lo tanto si derrapas no será por culpa del hielo.
     
     Se acaban de marchar mis hijos, que huyendo del cierzo de Zaragoza se  vinieron a verme sin pensar que tras ellos se traían las ventoleras, pero a pesar de ello hemos disfrutado de un buen puente. Ahora retomo mi rutina entre los naranjos y mandarinos, que, junto a mi perrita Chula, recorro a diario. Hoy la pobre estaba un poco apabilada por el viento y agachaba las orejas poniendo cara de contener la respiración. 
     Tengo esa extraña sensación que te invade cuando te quedas sola después de despedir a las visitas y mientras oigo el tic tac del reloj del comedor resonando a mi derecha, siento el silencio de la casa vacía, salvo cuando camina Chula y el tintineo que provocan sus uñitas en el parqué me devuelve a la realidad.
    Ahora ya se ha quedado tranquila, porque nada más marcharse mis hijos con su perro Zeus ha estado muy inquieta durante un rato, caminaba por la casa sin rumbo buscándoles, hasta que el cansancio ha podido con ella y se ha quedado dormida. 
     Y así es la vida, cosas cotidianas que van y vienen y desaparecen hasta que llegan otras cosas cotidianas que de nuevo  van  y vienen hasta que vuelven a desaparecer. 
  

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