martes, 26 de mayo de 2015

A clase con Chula

Ahora vivo en una localidad donde hay muchos perros y a Chula no le ha quedado más remedio que aprender a convivir con ellos. Antes temía a los perros que no conocía debido a que le mordieron dos perros cuando era una cachorra, pero poco a poco ha perdido el miedo y ahora disfruta mucho jugando y corriendo con ellos. Digo esto para introducir lo que quiero contar hoy.
     El hecho de ver y observar la cantidad tan grande de razas de perros que hay por aquí me ha llevado a unas reflexiones. La mayoría   de las veces a quienes hay que adiestrar es a los amos, la mayoría o la totalidad de las veces. Ahora que hemos estado yendo las dos, Chula y yo, a unas clases de adiestramiento, me he dado cuenta de la cantidad de cosas que hacen mal casi la totalidad de personas que tienen perros. 
     Ambas hemos aprendido mucho, a caminar juntas sin tirar una de la otra, por ejemplo; ella ha aprendido a obeceder y yo a dar ordenes. Chula es ya capaz de caminar a mi lado sin necesidad de correa (aunque por el casco urbano se la pondré por aquello de las multas, ya que está prohibido llevar perros sueltos); ya no persigue ardillas y no se altera cuando ve gatos. Esto entre otras cosas. 
Se sienta, se tumba, se hace la muerta (bueno esto último lo estamos practicando todavía).
     Lo básico del aprendizaje es que ella sepa que deba obeceder y yo sepa darle ordenes oportunamente. Así de fácil. O así de fácil se vuelve después de haber practicado lo suficiente.
Una cosa que no hay que olvidar es que hay que practicar siempre una vez que has aprendido los mecanismos, ya que si dejas de practicar ambos, amo y perro, se vuelven perezosos y olvidan las cosas aprendidas. 
Chula  en el pipican mirando un perro que se acerca
     Esta mañana cuando hemos llegado al pipican un perro ha subido las patas a mi camiseta y su ama tan tranquila. Si a ese perro no le enseñan que eso no se debe hacer ¿cómo lo va aprender? El otro día un hombre iba con dos perros sueltos que se abalanzaron sobre nosotras y el amo tan tranquilo; le dije que si sus perros acostumbraban a hacer eso debería llevarlos atados, me respondió que solo querían jugar, como si eso justificara su actuación; otro día me abalanzaré yo sobre él a ver qué le parece. A esto voy cuando digo que hay que adiestrar a los amos también. 
     Tener un perro conlleva saberlo cuidar y entre las cosas que le debemos proporcionar para atenderlo adecuadamente es la educación que necesita para saberse comportar. Que no solo de pienso se alimentan los perros sino de todos los mecanismos educativos que necesita para vivir en sociedad. 

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