Verano intenso de emociones variadas de todo tipo, y todo tipo de contratiempos. Bueno, alguna cosa buena ha pasado también, la visita de mi nieta que ha puesto un tono de alegría en nuestras vidas y nos ha llenado de buenos momentos con su desparpajo y sus ganas de ser feliz y pasarlo en grande. Los abrazos de sus brazos chiquitines han conseguido hacer grandes esos pequeños momentos de satisfacción. Pero todo pasa y todo queda, como la canción, y tuvo que regresar a su casa.
Una vez solos nos enfrentamos al segundo ingreso hospitalario de José Luis, esperemos que sea por poco tiempo.
Quiero aprovechar para agraderos las muestras de cariño a todos cuantos os habéis preocupado por su estado. De nuevo los amigos habéis estado aquí con nosotros al pié del cañón dando ánimo a diestro y siniestro ¡qué buena falta nos hace!.
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