Hay que reinventarse constantemente. Y mientras me reinvento permanezco dentro de la crisálida esperando que el cascarón que me recubre se rompa y me permita salir al exterior.
Me defino, entre otras cosas, como una maña reciclada. Sin embargo me he dado cuenta los últimos meses de que no basta con reciclarse, que hay que reinventarse cada día.
Así que mientras me reinvento y decido cosas importantes permaneceré encerrada dentro de mi crisálida. Cuando llegue el tiempo oportuno se romperá y me permitirá volar ¡quién sabe hasta dónde!
Mientras tanto la vida sigue como si nada. Como si nada hubiera a mi alrededor, como si nada me esperara, como si nada tuviera importancia, como si nada me lastimara, como si nada me perturbara.
Y mientras colecciono "casinadas" como el que colecciona sellos, continuaré estrenando una mañana cada día, como si nunca hubiera estrenado nada.
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