Bueno, ya la tenemos aquí. La primavera llega esta tarde y como cada año hablaremos de ella como si fuera la primera vez que llega. Y es que no deja de asombrar el milagro que la naturaleza obra cada año haciéndonos partícipes del nacimiento de la vida. Nacen las flores, nacen los riachuelos provenientes del deshielo de la nieve, y nace algo de nosotros mismos, tras superar el invierno de días cortos y grises.
Dejamos atrás el frío. Bueno eso es lo que debería ser, pero la verdad es que como la climatología aquí es tan rara y nos depara unas primaveras tan inestables, podemos encontrarnos heladas mañaneras, viento helador y bajas temperaturas aunque estemos en primavera.
Primavera, primavera. Todos hablando de la primavera. Que sí, que no digo nada, que es muy bonita, que salen las flores, que cantan los pájaros, que se alargan las horas de sol, y tantas otras cosas más.
Pero ¿alguien conoce una estación más inestable que la primavera? ¿alguien conoce una estación más molesta?. Las alergias nos invaden, el polen no nos deja respirar, los insectos hacen su aparición. Ah claro, los insectos; faltaría más, que también son hijos de Dios. Es lo que tiene que salgan tantas florecitas, que con ellas llegan las avispas, mosquitos y demás bichitos de la fauna minúscula.
Eso por no hablar de los catarros primaverales, porque claro, como suben las temperaturas, nos quitamos ropa antes de tiempo, luego refresca y todos a estornudar.
Pero ¿querías primavera? Pues ya la tenemos aquí.
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