Cuando parecía que la llegada de una guerra era imposible, nos enfrentamos a una de características impensables tan solo hace unas semanas. Y nada más difícil que enfrentarse a un enemigo invisible de fuerza tan demoledora. Hubiéramos podido ser unos privilegiados si, cuando empezó el brote coronavírico en china hubiéramos hecho los deberes, mejor dicho, los hubiera hecho el gobierno (este gobierno tan nefasto que nos viene tocando en suerte desde hace años), y hubiéramos tomado las medidas necesarias para afrontarlo.
Pero, parece ser a la vista de cómo se ha comportado el gobierno, que pensábamos que no iba a llegar aquí y primando el desastre económico que iba a producirse, no se hizo lo que ha tenido que hacerse más tarde, con peores resultados. Porque aquello de que "cuando veas las barbas del vecino...." no va con nosotros y pensábamos que somos tan fuertes que podíamos con todo. Y no. No podemos con todo ni con nada. Estos días he oído pregonar a los cuatro vientos que la sanidad universal española es la mejor del mundo. No niego que sea la mejor en circunstancias normales, pero es que éstas circunstancias no son nada normales creo yo, entonces ya no sé si en estas circunstancias sigue siendo la mejor.
A las pruebas me remito, faltan medios, eso está claro. Lo peor de todo no es que falten respiradores, mascarillas y medios de protección, que si que es grave, lo peor es que faltan médicos y personal sanitario. Esos mismos médicos quizá que al terminar la carrera tuvieron que emigrar a otros países porque aquí sobraban. Porque es lo que tiene dar tan poca importancia a la cultura y a la investigación como aquí, que la gente que quiere prosperar tiene que irse a donde si que la valoran y le dan la oportunidad de desarrollarse profesionalmente.
Así que visto lo visto ya veremos cómo va evolucionando la cosa, por supuesto con la colaboración de todos los españoles, que excepto unos pocos irresponsables, estamos siguiendo las consignas que nos da el gobierno, a pesar de que veamos que están dando palos de ciego y se contradigan en la medida que van improvisando.
Porque sí, eso de improvisar se nos da muy bien a los españoles, pero ya hablaré de eso otro día. De momento iremos todos a una que esto va para largo.
Hoy es el séptimo día de cuarentena .
Un comentario: no penséis en lo que queda por delante, pensad que es solo un día más. Así día a día es más fácil superarlo. Yo he practicado esto en momentos graves de crisis y me ha ido bien.
(Continuará)
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