jueves, 14 de junio de 2012

clímax perfecto

“Por lo que más quieras, lávate bien esas manos antes de acostarte.  El jugueteaba con  sus manos en los bolsillos,  mientras  ella le  repetía  aquella frase, sin darse cuenta de que él, ajeno a cuanto le decía, se entregaba al  placer de su juego secreto de cada noche.  Luego cuando ella salía de su habitación y  cerraba la puerta, sabiéndose  solo, y sintiendo  la humedad que impregnaba sus manos,  las sacaba  de sus bolsillos disponiéndose  a disfrutar de un clímax perfecto.  Mientras contemplaba   con delirio  aquel chocolate derretido entre sus dedos sabía que nada podía hacerle más feliz.”

1 comentario:

alfonxiko dijo...

jajajajaajajaja. Impecable, sofi. Casi se paladea el chocolate. Impresionante.