viernes, 28 de septiembre de 2012

Clímax Perfecto



     Cuando entró en la habitación , no se imaginaba que todo ocurriría tan deprisa. Se quitó los pantalones, como si le fuera la vida en ello, tal era su ansia, que le vino justo para controlarla a tiempo. Se dejó atrapar por una sensación tan placentera ,que, llegó  incluso a enmudecer cuando  le sobrevino un   clímax casi perfecto  ¡Qué instantes tan maravillosos! Pensó, mientras se regocijaba con lo que acababa de pasar. Hacía mucho que no se sentía tan pleno, tanto como si hubiera sido agasajado con  cientos de placeres prohibidos.   Pensó en lo ocurrido, sintiéndose  despojado de una parte de si mismo, luego desenrolló el papel higiénico y  terminó tirando  con fuerza de la cadena del inodoro. Miró en su interior y no pudo resistirse a observar los   pequeños trazos marrones  sobre la loza, que desaparecieron  irremediablemente arrastrados por la fuerza del agua.

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