Como todos sabemos a la señora Rudi, presidenta de la DGA, no le han salido las cuentas y ha recibido un solemne rapapolvo del gobierno. Ésta, como respuesta a empezado a destituir responsables tal como al consejero de hacienda, a la directora de presupuestos del gobierno de Aragón, junto con altos cargos del Insalud. Pero no voy a hablar de esto, que solo me sirve para encarar un tema más preocupante.
Si hemos incumplido el déficit serán necesarios más recortes para cumplir objetivos. Pero todos nos preguntamos insistentemente de dónde van a recortar si ya no queda tela, que toda la tela que había ha desaparecido en los anteriores recortes y en algún que otro bolsillo, porque si no no se entiende el desfase, bastante importante por cierto.
Seguramente recortarán de donde siempre, de educación y de salud. Y si la situación del insalud aragonés ya era bastante precaria ¡Qué pasará ahora!
Sí sí, digo bien, bastante precaria por no decir muy precaria. Porque de otro modo no se entiende lo que voy a contar a continuación.
La familia de un señor de 84 años en estado terminal, que en su día decidió que quería morir en su casa, ha tenido casi que ponerse de rodillas en el centro de salud donde es atendido habitualmente, para que le curen a diario una escara que tiene en la espalda, tan profunda que a través de ella puede verse perfectamente la columna vertebral. Cualquier facultativo a quien preguntemos nos dirá que este tipo de escaras las deben curar personas especializadas en el tema de salud, o sea enfermeros, debido a la peligrosidad y al riesgo de infecciones que conlleva, como por ejemplo la septicemia. En una casa habitualmente no existe el material estéril necesario para hacer esta cura, ni los familiares tiene por qué saber hacerla.
Pues el personal de este centro de salud pretendía que la familia curase la escara los días que la enfermera no podía ir, ya que solo acudía dos días por semana. Después de hablar con ella una de las hijas de este señor, se consiguió que fuera un día sin otro.
La familia entiende que no es problema de la enfermera, que quizá está saturada de trabajo y no puede más, la familia entiende que éste es uno de los problemas graves que en estos momentos tiene la seguridad social, la defectuosa atención que dispensan sobre todo a personas mayores. Solo le censuran a la enfermera una de las respuestas que dio cuando la hija le solicitó que fueran más días a curar a su padre (al que es necesario curar a diario debido a otros problemas que provocan la caída del parche a diario). Pues bien se cubrió de gloria cuando ni corta ni perezosa le contestó a la hija que "esta era una de las consecuencias de tenerlo en casa" ¡Hace falta ser burra y doble burra porque lo dijo dos veces! O sea que como una persona decide morirse en casa ya no tiene derecho a que se le atienda DIGNAMENTE.
Una persona que por cierto ha estado cotizando más de 45 años a la seguridad social, que si estuviera ingresada supondría un gasto importante para la seguridad social, que ahora le da de lado porque está mayor y no vale la pena perder esfuerzos con él. Es una pena que después de cotizar tantos años una persona tenga que pagar para morirse con dignidad, porque la seguridad social que tanto le debe no tiene tiempo ni personal para atenderle, por eso y porque los políticos han robado tanto que casi no queda para lo imprescindible. Y eso que sigue estando presente la pregunta ¿de dónde demonios van a recortar más? Porque si ahora la atención sanitaria deja tanto que desear ¿Qué será si siguen recortando? ¡Si ya la tenemos en fase terminal!
Por cierto, este señor es el mismo que motivó otro artículo que escribí hace unos meses.
Dentro de una gran impotencia se me llevan los demonios, como un grito que clama al cielo, cuando presencio cosas así, muy de cerca por cierto.
Ya puede espabilar la señora Rudi si quiere ganar las próximas elecciones, pero mucho me temo que si no consigue contentar a la ciudadanía, la siguiente cabeza que rodará sera la suya.
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