Anteayer cuando llegué a casa me encontré con un aviso en el contestador de una llamada sin mensaje de un teléfono que luego supe que era de Lérida 973 205 260. Me picó la curiosidad y buscando en Internet este número, me llevó a una empresa, AINEGIS S.L. y a una dirección, AGUSTI DURAN I SANPERE 3
25001 LLEIDA. Busqué qué tipo de empresa era y dado la variedad de datos llegué a la conclusión que se trataba de una empresa de publicidad o algo así.
Bueno, ayer a primera hora de la tarde volvieron a llamarme de este número solicitándome si tenía la amabilidad de responder a una encuesta de opinión muy breve.¡ Y tan breve!¡Solo tenía una pregunta! Pues bien la persona que estaba al otro lado del auricular, mujer, me preguntó si creía que el ritmo de vida estaba afectando el estado de salud. Le respondí que yo vivo en un sitio muy tranquilo y no creo que el ritmo de vida afecte la salud. A continuación me agradeció que le hubiera respondido tan amablemente (¡qué labia, de la mala!) y me comentó que esta semana iban a celebrar unas reuniones sobre salud en Jaca y que por haber sido tan amable, me regalaban un termómetro digital resistente al agua (será por si me lo quiero poner cuando esté en la ducha, digo yo).
Hasta aquí todo bien. Me dije, si me regalan un termómetro pues mira qué bien, lo juntaré con los que ya tengo y listo. Pero.....porque había un pero. ¡Vaya por dios! ¡con lo bonito que parecía! Pues sí. La persona del otro lado del auricular me dijo que me regalaban el termómetro pero que "para que yo no tuviera que ir a Lérida a buscarlo" me lo traían a casa y solo tendría que pagar los gastos de envío que sumaban la cantidad de cinco euros ¡Faltaría más, tener que ir a Lérida de propio a recoger un termómetro!
Le dije que ya tenía otros termómetros y no necesitaba uno más aunque fuera resistente al agua, que si tenía que pagar ya no era un regalo. Aquí terminó la conversación.
Mirando en Internet encontré termómetros digitales resistentes al agua desde 3,75 euros.
Las conclusiones se sacan por si solas.
Yo no me opongo a que las empresas utilicen todo tipo de estrategias comerciales para vender, pero al menos que no mientan ni intenten engañar a la gente. Y si se hacen pasar por una empresa de opinión, al menos que te hagan cuatro o cinco preguntas para disimular.
Por cierto todavía no he averiguado cómo se han hecho con mi número de teléfono, porque cuando llamaron preguntaron por mi nombre y apellido. ¿No teníamos una ley de protección de datos?
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