viernes, 30 de diciembre de 2016

¡ Feliz 2017 ! Que reste segundos al minuto y medio.


     De nuevo me quedo a minuto y medio sin poder llegar a donde quiero, sin poder conseguir el objetivo. Seguramente   es hora de preguntarse por qué las cosas que queremos alcanzar, se resisten con fuerza a nuestros deseos. Por qué se nos acercan tanto que incluso podemos  sentir el sabor de la miel y el dulce aroma, si luego desaparecen sin previo aviso, dejándonos maltrechos; porque sabemos que hemos estado a minuto y medio de conseguirlo y se nos ha ido de las manos, maltrechos porque ya van siendo muchos golpes, maltrechos porque nos preguntamos qué hemos hecho mal, maltrechos porque los golpes sobre  las viejas cicatrices duelen más, maltrechos porque las heridas que no esperabas te han hecho más daño. 
    Parecía tan fácil.
     Será que las cosas fáciles son las más difíciles de atrapar, o será que no las sujetamos con fuerza, o que no las deseamos lo suficiente, o que no las merecemos, o que ya las tuvimos y no nos dimos cuenta.
    Parecía tan bonito.
Y de repente cuando te sentías  mecida por el suave baile de las olas,  se despertó el huracán arrasando lo que quedaba de tus ilusiones.

    No lo entiendes muy bien porque tus sueños son simples, hechos de cosas sencillas. Como una mirada feliz, una sonrisa cómplice, un apretón  de manos, un abrazo, una llamada inesperada, que te regalen un libro, que un hermano recuerde la canción que tarareabas cuando sus sueños y los tuyos se estaban fraguando.
         Que en el Nuevo Año no se queden palabras sin decir, abrazos sin dar, cosas sin hacer, metas sin conseguir.
    Que el Nuevo Año le reste segundos a ese minuto y medio que nos queda para alcanzar nuestros sueños. 


   
   
 
   

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