domingo, 29 de marzo de 2020

Restando. Reflexiones de una guerra inesperada. (3ª parte)

       Seguimos restando días al fin de  este confinamiento, o si lo prefieres, seguimos sumando días al comienzo de todo esto. Sería impensable  no hacerse eco de todo lo que pasa si las mismas circunstancias nos obligan a ello. Son tiempos convulsos, no solo por la pandemia que está llevando a la tumba tantas vidas, sino también porque llegados a este punto ya no sabemos de qué fiarnos ni de quién. Al principio nos dijeron que esto era una simple gripe con menos mortandad y que afectaba a gente mayor o con patologías. Con el tiempo hemos visto que era una soberana mentira. Porque de gripe tiene poco o si acaso se trata de una super gripe que arrasa con vidas indistintamente de patologías o no, aunque siempre sean los más afectados los más vulnerables. 
       Por eso llegados a este punto la gente se pregunta si lo de los murciélagos o el pangolín será cierto o por el contrario hay algo más complicado que ha causado este descomunal desastre. Yo siempre he pensado que cuando hay una versión oficial y todo el mundo te da la misma versión oficial, hay mucho más que esa versión. Dichosas versiones. Lo mismo que los protocolos, cuando te hablan de protocolos o estadísticas, malo. 
     Cuando mi marido estaba enfermo ingresado en el hospital y los médicos me hablaban de protocolos o estadísticas yo les dejaba hablar y cuando terminaban les decía: ahora diganme la verdad. Pues con esto pasa lo mismo, que las versiones oficiales son la punta del iceberg  y lo que hay debajo lo vamos descubriendo poco a poco. 
       Y no sabemos a quién creer porque , independientemente de que hay un decreto de estado de alarma, se aplica sin criterio unánime y según con quien se habla ves que se está aplicando de diferentes maneras, más o menos restrictivas. Aquí cada cual interpreta el decreto como quiere, hasta el punto de que desde el gobierno central se ha llamado la atención a muchos ayuntamientos para que cumplan el decreto y no apliquen más restricciones. Será que los ayuntamientos que aplican esas restricciones añadidas, tampoco terminan de fiarse de lo que dice el gobierno central y por si acaso se curan en salud y añaden limitaciones, sin darse cuenta de que confunden a la población, que si ya sospechábamos antes, ahora estamos plenamente convencidos de que hay más o peor  de lo que nos están contando los medios o el mismo gobierno. 
     Mientras tanto seguimos esperando esos lotes de millones de mascarillas o medios para hacer las pruebas de coronavirus,  que o llegan rotas o no terminan de llegar. Y nos preguntamos cómo si hay empresas en España, una en Galicia y otra en Zaragoza, que fabrican los test, no se ha echado mano de ellas y el gobierno, este gobierno nefasto que nos ha tocado en suerte, ha preferido comprarlos no sé si en un mercadillo chino o no, a la vista de lo que ha pasado. Será que el gobierno no tiene dinero para pagar unos test en condiciones. Puede ser.
     Los mismos gobiernos autonómicos han empezado también a hacer sus propias compras, también porque no se fían de lo que se pueda hacer desde el gobierno central, porque una cosa será que llegue el material y otra muy distinta que se aplique una logística para hacer un adecuado reparto. 
     Y mientras esperamos que llegue el ansiado pico y la meseta y el descenso no podemos evitar preguntarnos si no podíamos haber llegado un poco antes, a la vista de lo que ocurría en otros países. Pues no, porque somos tan chulos, que teniendo muy cerca un país infectado con mucha relación con el nuestro y mucho trasiego de turistas, desde el gobierno no hicieron más que pregonar que el nuestro era un sitio seguro y que podían venir turistas, los mismos turistas que permanecen confinados en Tenerife y otros sitios, sin poder salir y no sabemos en qué condiciones. Será porque lo hicieron confiando en que, como tenemos la mejor sanidad del mundo, éramos intocables.
     No sé si a esto se puede sumar la falta de previsión y la tardanza en actuar,  pero lo cierto es que en países donde se aplicaron test masivos y medidas contundentes, como Corea por ejemplo, han conseguido sobrevivir con una curva casi plana. Será que igual hay que tomar ejemplo. Pero ya no se habla de los que lo han hecho mejor, nuestro gobierno se quedaría con el culo al aire, es mejor hablar de los que están peor. Porque nuestro gobierno todavía habla de los que están peor, sin darse cuenta de que nosotros somos los que estamos no peor, lo siguiente. 
     ¿Será por todo esto que Europa nos vuelve la espalda?.....
     Por estás y otras cosas no acabamos de fiarnos de tanta rueda de prensa, de tanta declaración de intenciones, de tantas justificaciones absurdas. Porque en definitiva todo esto más parece un sálvese quien pueda, que una operación perfectamente orquestada. Confiemos que las medidas tomadas surtan  efecto y pronto podamos recuperar nuestra vida. Nunca mejor dicho...
       (continuará)
     

1 comentario:

unjubilado dijo...

He leído este y tus dos artículos anteriores y estoy pendiente de la continuación. Tienes razón en todo lo que comentas, y es que ante una situación tan rara e inesperada como la que estamos viviendo, van dictando normas y decretos sobre la marcha sin pensar mucho en todas la excepciones que se les van presentado y así según van pasando los días se van viendo las mentiras y falta de coordinación del partido del gobierno y también del resto de partidos.
Un saludo y cuídate mucho.