jueves, 5 de noviembre de 2020

Más batiburrillo .

  Esta mañana he abierto el facebook que me ha preguntado "¿Qué estás pensando Sofía?" Y si yo le dijera lo que estoy pensando igual me echaban del facebook. Así que seré cauta y precavida y escribiré solo los pensamientos que se puedan leer.

Por si no era suficiente el batiburrillo politiquero que tenemos montado, ahora vienen los estado unidenses a liarla m ás gorda todavía. Bueno, ellos no, pero parece que D. Trump la está preparando bien pero que bien gorda. Ya se veía que él no era de perder, o mejor dicho, de bien perder. Pero como no se sabe todavía qué va a pasar, de momento dejo este tema.
Que por ahora ya tenemos bastante con lo nuestro y nuestro modo de afrontar la pandemia, que no es otro que hacer cada cual lo que nos parece. Valga esto también a nivel de administraciones, que tenemos tantas que no sabemos qué hacer con tanta norma. Porque primero viene el presidente de la nación y pone sus normas, luego están los presidentes autonómicos y añaden las suyas; pero es que luego están los alcaldes que siguen añadiendo otras. Y con tanta norma, llegamos a un punto que no sabemos qué norma vale y qué norma no, qué norma era de ayer que ya no vale hoy y qué norma de hoy seguramente no valdrá mañana. Luego están las recomendaciones, que se mezclan con las normas y nos pasamos el día preguntándonos "¿esto será norma o recomendación?" Porque claro las recomendaciones se cumplen a criterio de cada cual y todos tenemos mucho.

Mientras tanto los ciudadanos de a pié, esperamos con preocupación que no vuelvan a confinarnos en casa, que bastante tuvimos la otra vez. Porque los confinamientos trajeron muchas consecuencias colaterales, que todavía pululan por el ambiente. Pero lo que más nos preocupa es si volverán la gestapo de los balcones y las miradas tras los visillos, inquisitivos ambos, intentando coger in fraganti infractores para dar aviso a las fuerzas del orden, que en su día pidieron colaboración ciudadana y algunos se lo han tomado muy a pecho.
Una de las cosas que he aprendido de esta pandemia es que yo casi siempre vivía en fase 2, con lo cual la desescalada se me terminó antes. Si yo, con que me dejen caminar con mi Chula doce kilómetros todos los días me conformo. No es mucho pedir. Pues ya verás como viene alguien y lo jode.

1 comentario:

unjubilado dijo...

He estado más de cuatro meses en el Pirineo en una casita que tengo allí, paseaba por la urbanización sin mascarilla, tengo un documento de mi médico de atención primaria que dice que por problemas respiratorios, no la puedo llevar mucho tiempo puesta. Me vine a Zaragoza para controlar la casa en la que vivimos, cartas, posibles problemas... y mira por donde, nos vuelven a confitar... ¡huy perdón a confinar! Ya no podemos salir ni entrar en Zaragoza si no es por algo muy especial.
Gracias a que por siaca, dejé todo preparado para invierno, tuberías vacías de agua, sal en los desagües, riego del césped quitado...
Ahora todos los días estoy pendiente de si puedo salir a comprar o me tienen que traer la compra a domicilio, y ya no se si por mi edad puedo salir a pasear o tengo que quedarme en casa...
Un saludo