domingo, 29 de agosto de 2010

Dando el finiquito al mes de Agosto, los tomates siguen verdes

 Está a punto de terminar el Agosto más largo de mi vida, tanto que a veces he pensado, que no se acabaría  nunca. No he tenido tiempo para ninguna otra actividad, que no fuera trabajo y más trabajo.
Estaba todo preparado para afrontar el mes de Agosto, cuando la camarera que habíamos contratado, decidió marcharse captada por  la competencia, avisándonos de un día para otro. La segunda camarera, que ya había trabajado con nosotros varios meses y, que debía regresar en Agosto, decidió no hacerlo, con el agravante de que todavía nos debía unas cuantas horas de trabajo, que cobró por adelantado, pero nunca llegará a trabajar, dado que está en paradero desconocido. Nos costó casi tres semanas encontrar a alguien, que finalmente llegó, y con la colaboración especial de la hija de un amigo hemos sacado el mes a flote. Pero menos mal que está llegando a su fin.
Se dulcificó el tema con la llegada de mi nieta y sus papis claro, aunque no pude disfrutar del todo de su visita, porque no pude tener ni un día de fiesta, y me tuve que conformar con verlos entre ración y ración, cuando la afluencia bajaba un poco.
En fin la vida te da estas sorpresas y hay que apechugar con todo. Ya vendrán tiempos mejores, donde la lealtad de los trabajadores sea un valor y al menos avisen con quince días para darte tiempo a buscar otra persona, donde la honradez prime ante la estafa y donde disfrutar de tu nieta a tope  sea un placer que no te puedan negar.
El otro gran desastre del verano ha sido el huerto, que, por los avatares antes mencionados, no hemos podido atender y  está finiquitándose poco a poco, sin remedio. Menos mal que hemos podido coger algunas judías, lechugas,  pepinos, y con lo solicitada que está  el agua de la acequia, no se cuándo vamos a poder regarlo un poco, a ver si sobrevive algo y los tomates se deciden a madurar, que verdes lo que se dice verdes, están un montón. Tendremos que recitarles aquello de "verde que te quiero verde, verdes hojas, verdes ramas", y verdes tomates también (que Lorca me perdone). Aunque eso sí, siempre nos quedará la opción de poder comerlos fritos, como en la película.
 ¡Ah! se me olvidaban las patatas....ésas si que son el gran enigma ¿habrá o no habrá alguna patata bajo la  tierra?
La respuesta, en unas semanas....
¡Feliz fin de Agosto! (espero que con la llegada de Septiembre me quede tiempo para leer, escribir y subir algún monte)

1 comentario:

BIESCAS OCIO Y TURISMO dijo...

Habrá patatas, no habrá, el huerto está lleno de hierba o no...? y eso que mas da. Espero que hayais trabajado mucho en agosto, que ahora paséis unas excelentes vacaciones, y que luego... pues Dios o quien sea dirá.
Un abrazo

Fernando