La semana pasada estuvimos unos días en Asturias, el Cantábrico estaba mejor que nunca, aunque un poco alterado, las olas te arrastraban hacia el mar y era un poco complicado bañarse. Pero Asturias, con sus gentes y sus paisajes de contrastes, de mar y montaña, estaba espléndida. Aquí os dejo este recuerdo de la playa del Arenal de Morís, en Caravia Alta, a seis kilómetros de Ribadesella. Un lugar tranquilo, para desconectar de la vida diaria y disfrutar de sensaciones maravillosas. Sus atardeceres hacen que te sientas parte del paisaje, un paisaje puro y limpio, que nada sabe de las torpezas cotidianas de los seres humanos. Si conocéis a alguien que necesite desconectar por unos días, aconsejadle este lugar.
(en días sucesivos: "Arenal de Morís II, o cómo hacer que seis kilómetros parezcan 6o")
1 comentario:
Coincido contigo...el arenal de Moris es un sitio para perderse.... lo paseo, lo disfruto algunas veces en invierno.
Un beso.
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