sábado, 26 de noviembre de 2011

Siempre se van los buenos, pero ahora se nos ha ido EL MEJOR

Me he despertado esta mañana deseando que las horas vividas hubieran sido una pesadilla, que los cuatro meses de hospital y los 64 últimos días no hubieran ocurrido nunca. Por desgracia no es así y José Luis, mi jefe, gran amigo, algo más y ahora mi marido, no estará más con nosotros. Su batalla ha terminado y ahora le toca descansar, por desgracia para nosotros, no será a nuestro lado. 
Otro día, cuando me haya serenado le escribiré más largo.
Descansa en paz, José Luis, no te olvidaremos y quienes te queremos sabemos que una parte de tí siempre estará con nosotros.