viernes, 3 de enero de 2014

Me pido cucaracha

Alguien se ha preguntado alguna vez por qué salvamos las ballenas y pisamos las cucarachas. Si repasamos las entradas de google, ese sabio misterioso que tiene respuestas para todo, nos encontramos con innumerables artículos que hablan sobre cómo deshacernos de las cucarachas, cómo combatir sus plagas, cómo eliminarlas definitivamente, cómo fumigarlas para que perezcan. Pero si buscamos artículos sobre ballenas encontramos todo tipo de escritos que las defienden, que las alaban, que las protegen. Y digo yo ¿no son todos, animales necesarios en el ecosistema? Si hablara S.Francisco seguro que las llamaría hijas de Dios  ¿Nos hemos preguntado alguna vez por qué hay estas contrariedades?
Seguramente habrá alguna explicación científica que desconozco que nos convence de que las cucarachas son animales indeseables y por ello debemos exterminarlas. Pero ¿Sabéis que las cucarachas también tienen cualidades? sirven de alimento para otros insectos, lo que mantiene la cadena alimentaria; saben hacerse las muertas cuando se ven atacadas (pillinas), son capaces de soportar cantidades enormes de radiación, se saben camuflar ante los enemigos.
En fin que son más listas que las ballenas, porque a ver  ¿os imagináis a una ballena haciéndose la muerta?
Lo que quiero decir es que cualquier cosa por mala que parezca, siempre tiene algo bueno. Como las personas, algunas parecen muy buenas y son solo fachada, pero otras que son malísimas pueden sorprendernos con alguna virtud insospechada que nunca hubiéramos imaginado. Casi siempre la falta de conocimiento de esas personas es lo que nos lleva a errores, es fácil juzgar sin conocer a fondo, y sin embargo nos atrevemos a juzgar de lo que no conocemos. Los seres humanos somos así.
Hay gente católica apostólica y romana  que sorprende a veces por su falta de espiritualidad y su exceso de amor por las cosas materiales, y hay gente atea que sorprende por la profundidad de sus valores y por la consistencia de su filosofía sobre la vida y el ser humano. Yo me quedo con los segundos.
Y es que en esta fauna salvaje en la que vivimos, es fácil a veces perder el norte. Pero la vida es la vida y por más que intentemos poner remedio, siempre habrá gente que abuse de la buena fe de otra gente, y gente con buena fe que es capaz de ver cosas buenas hasta en la cucaracha más terrible.
A mi me dan asco las cucarachas, pero me parecen bonitas las ballenas, sin embargo soy consciente de que muchas veces vale más la compañía de las cucarachas, que la de esas enormes ballenas que se creen más que nadie, que se saben superiores, aunque solo sean un  montón de grasa.
Y puestos a comparar, por aquello de las semejanzas de la vida animal con la humana, si hay que convertirse en algo, me pido cucaracha, que al menos me podré camuflar o hacerme la muerta, cuando el enemigo aceche, cosas ambas que me darán más posibilidades de supervivencia.


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