viernes, 17 de abril de 2020

Esperando resultados. Reflexión de andar por casa.


   

            Es verdad que hay que ser positivo. Las últimas semanas no 
  dejamos de ver esta frase por el ciberespacio. Estoy de acuerdo solo  a medias, porque aunque seamos positivos no podemos olvidarnos de lo esencial y a veces la verdad no es la que nos gustaría ver. 
      Y digo esto porque me cuesta quedarme callada ante determinadas circunstancias que algunos pretenden acallar, porque como hay que ser positivo no es conveniente mencionarlas. Y digo esto recordando una frase que escuché hace dos días en boca de un miembro del gobierno (el nombre no importa) que, cuando le reprochaba el periodista que la actuación del gobierno en lo que respecta al covid-19 no había sido rápida ni eficaz, le respondió que lo mismo había pasado en el resto de Europa. Me quedé a cuadros. Es decir que ahora es política del gobierno ¿el mal de muchos consuelo de tontos? Ya es lo que nos faltaba por oir. No es una respuesta y mucho menos para un ministro. Y para intentar arreglarlo añadió que España era el lugar que tenía "restricciones más severas". Aunque olvidó decir que esas restricciones  no han funcionado como deberían, porque el gobierno no estuvo fino a la hora de anticiparse a lo que iba a pasar, que fijándose en el resto del mundo, sobre todo Italia, no hubiera sido muy difícil.
        El mismo ministro  también dijo que el gobierno no tenía ni idea de cómo iba a ser la salida del confinamiento. Si nos tenemos que quedar en casa hasta que lo sepan, lo tenemos claro. Ellos y nosotros, porque no creo que, aunque se nos ha pedido sacrificio y paciencia, la paciencia nos dure hasta que sus señorías se pongan las pilas: que sí, que parece que están haciendo mucho, pero lo que están haciendo es hablar mucho; o sea entretener a la población para que sigamos teniendo paciencia. Y ya se sabe que cuando se habla mucho, a lo mejor lo único que se está haciendo es suplir con palabras la falta de acción. Porque si hicieran como hablan, hace tiempo que tendríamos test y mascarillas para todos. Y si hicieran lo que deben no tendrían tanto tiempo para hablar.
       No me gustan las estadísticas pero comprendo que pueden darte una idea, aunque no exacta, de lo que está pasando. La última que escuché ayer es que si se hubiera declarado el estado de alarma una semana antes, habría habido un 50% menos de casos. Ahí lo dejo. 
       Y decía antes que se nos está acabando la paciencia y si esto se alarga mucho más, no digo que no terminemos haciendo una manifestación, aunque sea desde los balcones, para pedir al gobierno que o consigue test y mascarillas o tendrán que dimitir en pleno, que no hacen más que discutir y vergüenza debería darles no ir todos a una por el bien de la nación. Que ya vale de pamplinas, que ellos ni  han dejado de cobrar por lo que no han visto peligrar sus salarios, ni viven en casa de 40 metros, y cuando han enfermado han tenido test, mascarillas y guantes antes que nadie. O sea que lo menos que podían hacer es ponerse a trabajar unidos y sacarnos del atolladero en que nos han metido. Y cuando nos saquen ya veremos si  les cambiamos por otros más responsables y leales a los españoles; que por cierto, no estamos solo para pagarles el sueldo: QUEREMOS RESULTADOS. En cualquier empresa sin resultados hace tiempo que estarían en la calle. 
(continuará)

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