lunes, 16 de febrero de 2009

Eres (relato ficción)


Su principal error, el mayor de todos, había sido siempre entregarse por completo, darlo todo de si misma y cuando miraba en su interior y no le quedaban fuerzas para seguir aguantando se repetía "eres gilipollas, has vuelto a caer en el error de siempre, entregarlo todo y quedarte sin existencias para sobrevivir".
Y se veía obligada a caminar arrastras, soportando el peso de su inconsciencia, porque sí, era una tremenda inconsciencia haberse quedado sin nada, y llegaban entonces las horas de los lamentos, que nadie escuchaba, las horas de soledad que nadie llenaba, de lloros que nadie enjugaba, de preguntas que nadie respondía, de silencios que nadie rompía. Y se decía a sí misma "_has sido idiota, haberlo cuantificado todo, como hacen los demás, que cambian favores por monedas, que expresan sonrisas por favores, que se enriquecen vendiendo solidaridad a altos
precios, que no dan nada gratis_" y cuanto más pensaba más se decía sí misma "_ si hubieras pedido monedas a cambio de tus favores y si tus sonrisas y tu entrega se pudieran cuantificar, serías millonaria, aunque claro, seguirías sola, tremendamente sola_"
Y era como tropezar contra un muro que le impedía pensar con claridad, con su mochila vacía y su corazón lleno de proyectos que nunca cumpliría, se daba media vuelta y regresaba a su rutina para seguir dando lo que ya no tenía, y seguir soñando, aun a sabiendas de que sus sueños no saldrían jamás de sus pensamientos. Y volvía a repetirse "eres gilipollas, por darlo todo de ti y haber dejado tu nevera vacía, porque ahora ¿cómo sobrevivirás?"
Un vacío se apoderaba de ella y con todas las neuronas bloqueadas se sumergía en su vida cotidiana, cogía su cuaderno de apuntar y escribía sus proyectos, entonces volvía a reflexionar "sigues siendo idiota...muy idiota"....

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