Ayer me pareció escuchar una noticia en una emisora de radio y hoy para asegurarme, he entrado a la página del Periódico de Aragón y, efectivamente, ayer escuché bien. El señor Belloch ha dado orden de cambiar el nombre de la calle del General Sueiro, por el de San José María Escriva de Balaguer. Parece ser que tenía un compromiso con un colegio del Opus para hacerlo. Para que no se note tanto, va a cambiar el nombre de 43 calles que representan nombres que tuvieron que ver con el franquismo.
Vamos a ver (y conste que soy apolítica) la historia es la historia y si nos tocaron cuarenta años de franquismo, pues nos tocaron, qué le vamos a hacer. Pero esa no es razón de cambiar nombres a las calles que han estado allí toda la vida. Y menos si una de esas calles, características de Zaragoza, es cambiada por el nombre de San Josemaría Escrivá de Balaguer, una persona que nada ha tenido que ver con Zaragoza, que no ha sido nada carismática para esta ciudad, tan solo para sus seguidores. Este nombre no nos dice nada a la mayoría de los zaragozanos, absolutamente nada. Parece ser que una de las razones que han dado para este cambio es que dicho señor, llevó el nombre de Aragón por el mundo (como muchos ciudadanos y no por eso les dedicamos una calle).
Me opongo, como muchos zaragozanos, a que el Señor Escrivá de Balaguer, presida una de nuestras calles, es mi opinión. El día que le canonizaron supuso una decepción para muchos católicos y yo no viviría en una calle que llevara su nombre.
Esperemos que el señor Belloch recapacite y de marcha atrás con esta barbaridad, seguro que encuentra personas más idóneas y con más carisma para los zaragozanos, para presidir una de nuestras calles, seguro que las encuentra, porque haberlas haylas y muchas, que seguramente lo merecen más.
Dura tarea se le presenta a la oposición si quiere hacerle cambiar. El PSOE no debería estar de acuerdo con esto, es increíble (o es que se ha vuelto de derechas). Y en un momento de crisis económica es intolerable que nuestros políticos pierdan el tiempo con el nombre de las calles, con todo lo que hay que hacer, eso sin contar el coste que lleva el cambio de todas las guías de la ciudad y los callejeros ¿es que se les va la olla o qué?. Por favor señor Belloch, no nos torture a los zaragozanos.
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