miércoles, 23 de diciembre de 2009

Incentivos a los médicos: un arma de doble filo

Esta mañana he oído en la emisora Ondacero, que se va a incentivar a los médicos para que reduzcan los días de baja de sus pacientes. Es decir, que los médicos que den menos bajas van a cobrar una cantidad en función de los días de baja que consigan reducir.
Me parecía raro y he estado investigando en el ciberespacio para comprobar que había oído bien, y efectivamente, en alguna publicación ya se habla del tema.
Es verdad que hay bastante fraude en cuanto a este tema, pero no voy a entrar en este debate, solo me centraré en otro aspecto, que no es menos importante. ¿Cómo puede afectar este hecho a los pacientes que verdaderamente necesiten la baja?, es una pregunta de la ignoro la respuesta, pero no sería descabellado suponer que puede haber personas a las que perjudique esta ley, por el deseo de los facultativos de engrosar su cartera a costa de la salud. No es una ley que garantice a los enfermos sus derechos, ya que, del mismo modo que se incentiva a los médicos económicamente y con días de fiesta por prescribir medicamentos genéricos, que, como todos sabemos, no son tan efectivos, del mismo modo digo que estos mismos incentivos podrían atentar contra los pacientes, que verdaderamente necesiten la baja.
Ambiciosos de dinero existen en todas partes y el colectivo médico no iba a ser diferente, con lo que suponemos, que los médicos honestos seguirán haciendo lo que deban y los que no lo son, antepondrán su interés económico personal a cualquier otro concepto.
Solo esperemos que estos incentivos consigan erradicar solo las bajas fraudulentas, de gente que pide la baja para disponer de días de fiesta, o para poder trabajar en otra parte donde consiguen un dinero que no declaran, esto por citar dos ejemplos, pero seguro que todos conocemos algunos más.
Pero del mismo modo que algunos recetan medicinas, que no necesitas , por las comisiones, así habrá algunos que negarán la baja a pacientes que lleguen al consultorio en camilla. Creo que estamos ante un arma de doble filo de muy difícil manejo.
Del mismo modo que muchos nos oponemos a los medicamentos genéricos, mostramos nuestra oposición a este incentivo, que va a perjudicar más que beneficiar a los que verdaderamente lo necesitan. Pero, en fin, como alguien me dijo una vez, esto es una mafia encubierta y protegida de la que no nos podemos librar.

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