martes, 12 de mayo de 2020

De políticos, prostitutas y adolescentes. Reflexiones de andar por casa.

                             Estos últimos días el panorama nacional y las circunstancias por las que estamos pasando están dando mucho de sí en todos los medios de comunicación, en los comprados por el gobierno que siempre han estado comprados; en los imparciales, que ahora también han sido comprados; en los que siempre le han seguido el juego a los gobernantes y en los que jamás imaginaron que un día lo harían. 
     En definitiva, un asco de información, donde el alarmismo de unos y la desinformación de otros, consiguen ponernos dolor de cabeza. 
    
     A mi he ha dado por pensar, porque me lo sugirió un amigo, que los políticos y las prostitutas (con perdón de las prostitutas) no son tan diferentes. Ambos salen al mercado a ofrecer sus encantos, los unos para conseguir aliados que les permitan gobernar, las otras para comer (casi todas). Ambos se procuran un beneficio personal que les lleva a un clímax si no perfecto, al menos útil. Y cuando salen al mercado y le echan el ojo a un posible cliente ¡ojo no se lo quites! que se te lanzarán a la yugular con tal de conservarlo. Porque eso están haciendo los políticos la mayor parte del tiempo, lanzarse a la yugular de los contrarios, que como también quieren parte del pastel, no escatiman  esfuerzos con tal de restarle prestigio al la oposición, poniendo de manifiesto que ellos son los mejores, los más honestos, los más dialogadores, los más comprometidos con la sociedad.
     Pero luego resulta que una vez en el poder,  se olvidan de la honestidad, de los diálogos, de la sociedad y de los ciudadanos y se compran un chalet con piscina y no sé cuantos metros de jardín, para soltar durante  la pandemia que sus hijos tienen mucha suerte de vivir en una casa así.¡ No te joroba! Y más cuando se ha quedado tanta gente si empleo y hay tanta gente que no tiene qué comer. 
     No se dan cuenta de que les cambia hasta la cara, hablan con menos energía y es que esto del poder consume mucho, que es mucha responsabilidad. Fíjese usted. 
     La diferencia de unos y  otras es que éstas al otro día tienen que volver a salir a ganarse el sustento, mientras que los políticos una vez conseguido el clímax de haber llegado al poder, solo tienen que preocuparse de conseguir arrebatar el pan a los ciudadanos, esos mismos por lo que no hace tanto luchaban. Porque de eso trata la política que estamos viviendo los últimos años, de robar y robar y marcharse de rositas. Por lo menos yo no oigo que nadie devuelva nada. Será que soy muy despistada. 

     Nuestros políticos actuales son como adolescentes a medio madurar, que piensan que engañan a sus padres, en este caso a los ciudadanos, y les intentan manipular con todo tipo de artimañas con tal de conseguir lo que quieren, o para esconder las fechorías que han hecho. 

    Y mientras maduran seguimos castigados en el cuarto oscuro, para unos más oscuro que para otros, para que no nos demos cuenta de que con eso de que no se conoce el virus, hay que ir con cautela. ¿Cautela?
Señores, que llevamos meses con esto y algo deberían haber aprendido ustedes. Que se nos va el presupuesto en pagar cientos de asesores que, por lo visto, no han servido de casi nada.
    No sé, pero yo llevo tiempo pensando que esto se está convirtiendo en un tema político más que sanitario. Eso mientras seguimos esperando esos test masivos que supuestamente se iban a hacer a la población. Y digo supuestamente, como desde ahora les consideramos muchos, supuestos culpables de semejante descalabro y de tantas muertes. 
     Esperamos que todo acabe pronto y yo acabo como vengo haciendo las últimas semanas, con la esperanza de que nos devuelvan la libertad y la vida que teníamos antes. 

     

1 comentario:

Manu dijo...

Pues si.Cuantos esperabamos un cambio de politicos,pero ha sido llegar al poder y comprarse un chalet..Que hastio,para otros vendo consejos que para mi no tengo