Igual que crepitan las hojas secas en el fuego de la chimenea, del mismo modo se resquebrajan sus sentimientos, de los que apenas queda nada; convertidos en cenizas han evaporado la esencia de lo que fueron y se han convertido en polvo. Y, cuando el fuego de la chimenea deje de crepitar, sus cenizas serán transportadas por el estrecho conducto que emerge sobre los árboles, para perderse y convertirse en la nada, de donde nunca no debieron salir. Y los sentimientos, como las hojarascas, solo serán un leve recuerdo de lo que fueron, efímeros espejismos del deseo y ensoñaciones de felicidad perecedera. Y los sentimientos nacidos de las cenizas, esperarán en vano, como el ave que espera resurgir de sus cenizas....pero esperarán en vano.....
Zaragoza 2024
Hace 2 días
4 comentarios:
felicidad perecedera....... Hasta a la felicidad le llega su hora, parece que no hay quien se salve.
Besos, Ana
Símil muy preciso y gráfico. Brillante tu escrito.
Saludos.
Si, Sofia, tienes razón.Pero la vida da vueltas y no tenemos porque ser tan drásticos.No tenemos porque hacer cenizas de algo que en su momento fué bonito,aunque cada uno en un momento dado siguieramos caminos distintos.
Tengo amigos ó amigas que no nos vemos durante muchos años,pero en el momento de hablarnos,parece como si fuera ayer.
Puenso que el que siembra recoje,y a no ser que te hayan "tratado mal".
Nuestro pasado,forma nuestra vida, son las consecuencias,y hay que dar una oportunidad,aunque sean efímeros espejismos.
Los sentimientos, espero que para siempre, siempre están ahí.
Soy montse
Qué bien has descrito mi estado de ánimo. Llevo esperando en vano más de dos meses... y sigo esperando... en vano.
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