Solo un asalto más de sgae

(Antes de nada, esta imagen la he tomado prestada a Angelpito)

Hace unos meses, para ser más concreta en el mes de Marzo me pasó una cosa curiosa que voy a contaros. No hace falta pasar más de un minuto en Internet, para comprobar las actuaciones de los cobradores de la sgae. Ésta que voy a contaros no es más que una simple anécdota, una de tantas pero que por desgracia, a mi modo de entender las cosas, no debería haber ocurrido nunca, al menos en los mismos términos que ocurrió.

Ya sabéis que trabajo en una taberna. Me dirigía a mi puesto de trabajo, como una mañana cualquiera, abrí la puerta de la taberna para entrar a limpiar y a preparar las tapas del vermut, cuando un par de personas se metieron dentro. Como la taberna no estaba abierta al público, se lo hice saber "no estamos abiertos, además no tengo cafetera". Los tipos me respondieron."No, no, no queremos café. Mi compañero y yo somos representantes de sgae". Luego comenzaron a explicarme el significado de las siglas mencionadas, pero no les dejé terminar y les hice saber que sabía perfectamente el significado de esas siglas. Sin embargo, como contrapunto, se olvidaron de enseñarme sus credenciales (primera falta de educación).

Acto seguido les indiqué que el propietario no estaba, que volvieran más tarde, ya que yo solo era la empleada, pero contestaron que no podían volver más tarde, yo insistí, pero no me había dado cuenta y ya se habían colado hasta la cocina (y no es metáfora)(segunda falta de educación).

Sin pensarlo dos veces sacaron una carpeta y unos folios y comenzaron a tomar notas, que si los metros del local, que si los bafles, que si el aparato de música (tercera falta de educación, sin la presencia del propietario). De repente uno de ellos me pidió el DNI del propietario y su número de teléfono. Yo le dije: " me parece que según la ley de protección de datos, ni ustedes deberían pedirme esos datos, ni yo se los voy a dar" (ya sería el colmo) ellos insistieron y me dijeron: "¡qué tontería, si el NIF está en cualquier tique"(pero no les iba a dar un tique, porque para ello era necesario consumir, y para consumir es necesario que la taberna estuviera abierta, que no era el caso). Me negué contundentemente. No les supo muy bien, pero tuvieron que conformarse.

Parece que la cosa iba a terminar aquí, cuando de repente uno de ellos me dijo: "dentro de unos días le llegará el contrato al propietario, que deberá firmar, y si no lo firma el tema irá por el juzgado". No podía creer lo que estaba oyendo y no pude menos que saltar. "¿Acaso esto es una amenaza?". Uno de ellos me respondió que solo me explicaban el protocolo a seguir. Yo les dije un poco alterada que me parecía que no era momento para explicar este protocolo sin saber si iba a firmar o no, que sus palabras eran una amenaza clara y llana.

Y fue entonces cuando la liaron del todo, para acabarla de arreglar. Uno de ellos, el más mal educado, me dijo: " para ser usted una empleada se está tomando las cosas muy a pecho, igual es que tiene algo con el propietario"( tremenda falta de educación, de cortesía y de muchas cosas más). Aquí ya se me llevaban los demonios cuando le contesté: "si tengo o no algo con el propietario, ni le importa ni se lo voy a decir". Ya comenzaron a alterarse y siguieron hablando: "encima de que usted no ha querido facilitarnos los datos del propietario en base a una ley que es una fantasmada". Yo les repliqué que a mi no me parecía un fantasmada la ley de protección de datos (curiosamente la misma ley de protección de datos en la que se apoyan ellos para negarse a dar la lista de autores y contenido sgae) y que se fueran porque ya me habían hecho perder mucho tiempo y tenía que trabajar.

Se marcharon con muy malos modales y gritando. Encima de abusones y mal educados se sintieron herido. Aquello era el colmo de los colmos de la prepotencia.

He contado las cosas tal y como pasaron y si alguien las niega es que estará mintiendo.

Cuando llegó mi jefe, le expliqué lo ocurrido y acto seguido llamamos a la asociación de empresarios de Huesca para hacer una queja, yo hablé con una de las abogadas, que intentó calmarme y me dijo que hablaría con ellos, pero a juzgar por lo que ha pasado despues me temó que ella está más con ellos que con los asociados. Cuando menos ellos deberían haberse disculpado y no lo han hecho, con lo cual con su actuación han quedado a la altura el barro. Que para ser unos simples cobradores se están dando demasiada importancia y está actuación concreta ha sido un abuso puro y duro de unas personas mal educadas que, cuando menos, deberían aprender algunas lecciones de buenos modales, y deberían saber que las leyes no están para pasárselas por el forro de los pelendengues, como hicieron ellos.