Se llamaba Elena, vivía en Jaca y era amiga de mi hermana Orosia, ayer sufrió un accidente que le costó la vida, toda la vida que tenía por delante en cuestión de un instante se volatilizó como si nada. No quiero hablar de destino, ni de que le había llegado la hora, porque quién sabe si la hora llega cuando tiene que llegar o el destino fatal arrebata vidas en momentos que nadie entiende, cuando comienzas a disfrutar de la vida.
La vida de alguien se va dejando a los seres queridos sumidos en una desolación irreparable que nada ni nadie puede consolar. En este caso, su marido, varios hijos, un nieto, y muchos amigos, que sufren la ausencia de su mujer, madre abuela y amiga, en definitiva una mujer irreemplazable, todavía joven, que merecía seguir viviendo con los suyos.
En momentos como este, que me pregunto sobre lo que hay después de la vida, y desearía que hubiera algo, como una prolongación donde pudiéramos seguir abrazando a los que queremos eternamente.
Hasta siempre Elena, los que quisiste y te quisieron siguen contigo para siempre.
Un abrazo desde aquí para su marido, hijos, nieto y amigos.
1 comentario:
Lamento esta desaparicion.Y yo he estado a punto.Me desmaye el viernes de madrugada y al caerme me podia haber hecho algo gordo o incluso desnucarme.Afortunadamente solo me hice un chichon que ya se me ha quitado,pero de todas maneras he estado tres dias en el hospital de Jaca.Fue un contraste entre la temperatura del restaurante y el frio de la calle,cortando la digestion.
Publicar un comentario