Hay que ver el juego que da el léxico de la lengua española, con la gran riqueza de su vocabulario, donde un mismo concepto puede expresarse de infinitas maneras.
En estos tiempos en que, hasta en los medios de comunicación se pone en entredicho la vida y milagros de las personas públicas, sacando pingües beneficios por ello, nos vemos casi obligados a mencionar uno de los adjetivos que más juego tiene en nuestra lengua.
Se trata de un concepto inmortalizado por todas las literaturas en la figura del correveidile.
Y si nos preguntamos ¿qué es un correveidile? encontraremos diversas y variopintas acepciones, que nos lo explicarán con todos sus matices:
Según el diccionario de la lengua española, como se ve publicado en espasa calpe en 2005, el correveidile es una persona que trae y lleva cuentos y chismes, lo relaciona con el chismorrero, chismoso, cotilla, murmurador, entremetido, cuentista, alcahuete.
Todos los estudiosos de este concepto coinciden al decir que el correveidile solo sirve para trasladar chismes, acusaciones, rumores, y que existe en todas las clases sociales, coinciden también al afirmar que la información del correveidile nunca es grata, que éste no es mensajero de esperanza sino de todo lo contrario, nunca lleva buenas noticias, sino tristes, meros disgustos. Y un detalle importante a tener en cuenta, enmascara su actuación bajo un manto de honradez y sinceridad, aunque no engaña a nadie. O sea que usa su lengua de triple filo para hablar mal y trasmitir mentiras sólo por el vicio de hacer daño.
Entre las decenas de sinónimos podemos encontrar los más habituales: cabildero, cotilla, cuentista, enredador, chismoso, soplón, acusón, chivato, murmurador, encubridor, entrometido, metomeentodo, celestina, trotaconventos, tapadera, cizañero, parlero, lioso, liante, embrollador, trapisondista. Y éstos son solo una muestra. En definitiva que podría hacerse toda una tesis doctoral sobre este concepto y sus aplicaciones, que encontramos en cualquier parte de las literaturas de todas las lenguas.
El periodismo basura sabe mucho de este concepto y añade uno nuevo al del alcahuete, es elucubrador y nunca para nada bueno.
En resumidas cuentas que el correveidile o alcahuete, pasa su vida de fisgón de vidas ajenas, interpretando, que no es lo mismo que entendiendo, lo que cree que ve y haciendo correr las versión más perjudicial que puede encontrar, para dañar la imagen de cualquiera, que se ponga en su camino, sobre todo de los más débiles.
Pero el correveidile comete un error al pensar, que puede hablar de todos y que nadie habla nunca mal de él, cosa que es precisamente lo contrario, que debería callar para que todos los que hablan de él, se callaran también. Es el protagonista de la eterna frase que todos hemos oído en alguna ocasión, "con éste, las menos palabras posibles, que es un alcahuete".
En fin, no quiero aburriros, seguro que vosotros encontráis también múltiples acepciones a esta y otras palabras, que contribuyen a enriquecer una lengua de las más ricas en vocabulario que existe. La nuestra.
Solo añadir una cosa más sobre el correveidile, es tremendamente mentiroso, con lo cual sus chismes carecen de valor, ya que todo el mundo sabe que no se ajustan a la verdad. Te hablan al oído, tapándose la boca y en voz baja, para que nadie los oiga, ni pueda leerles los labios, a menudo se rasgan las vestiduras para disimular su malas hazañas, y siempre huelen la caca sin darse cuenta de que la llevan encima.
¿os dais cuenta de lo que pasaría si se juntaran dos correveidiles?.....
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