viernes, 16 de abril de 2010

La Primavera Zaragozana

El sol de esta mañana, que no sabemos cuánto durará, es una señal clara de que la primavera sigue avanzando sin prisa pero sin pausa, hacia el buen tiempo, que por cierto en el Pirineo dura bien poco. Una de las cosas que añoro de Zaragoza es precisamente el calorcico, que podías disfrutar desde el mes de Abril, más o menos, hasta bien entrado Octubre, salvo esos días de maravilloso cierzo que suelen refrescar de vez en cuando las temperaturas de Zaragoza.
Yo siempre he sido y sigo siendo una mujer de ciudad, que por imperativos laborales se trasladó al Pirineo, y, aunque estoy muy a gusto, a menudo recuerdo mi Zaragoza.
Hace unos días tuve que ir, por razones de burocracias y me dí unos buenos paseos por esas calles, que he recorrido tantas veces. Hacía ya buen tiempo y el olor de la primavera, que en Zaragoza es especial, me trajo al recuerdo esas épocas pasadas, cuando subía esas calles para ir a la Universidad y el olor del Abril Zaragozano, te invitaba a sentirte bien. Recordé, que cuando regresaba de clase, pasaba junto a una verdulería y compraba unas fresas para mi madre. Recordé esas tardes de paseo con ella, de granizado de horchata o de helado de tuti fruti.
El olor de los jardines se te metía por el cuerpo y disfrutabas como nadie sintiendo, que el buen tiempo había llegado y que de repente...se había echo de día, tras el duro invierno.
Aquí se está bien, pero nunca he sentido ese olor especial de la Primavera, que convertía en únicas las Primaveras zaragozanas.

No hay comentarios: