La temporada de esquí ha comenzado con buen tiempo, aunque bajas temperaturas. De nuevo los partes meteorológicos han gafado algo la llegada de turistas, que se se han contenido, ante los avisos de nevadas por encima de 700 metros, que no han tenido lugar finalmente. Nos han llamado amigos de otras provincias, pensando que aquí estaba cayendo una gorda, y se han sorprendido cuando les hemos dicho que lucía un sol espléndido.
No es la primera vez que pasa esto y los que nos dedicamos al turismo nos preguntamos si los meteorólogos acertarán esta temporada en sus previsiones, o si, como siempre, meterán la pata reiteradamente. Ya les vale, con tanto alarde de medios, como nos enseñan en los partes televisivos, tanta imagen del meteosat, tanto dibujito, tanta nube corriendo de un lado a otro de la Península, tantos colorines, que si blancos, morados, rojos, amarillos, para explicarlo todo bien. Pero cuando llega la fecha en cuestión, ni nieva tanto como dicen, hace más viento del que anunciaban, y resumiendo, consiguen, que los que hubieran venido a disfrutar del sol pirenaico, no lo hacen porque piensan, que esta cayendo una fenomenal, y que no se podrá transitar por las carreteras, cuando la realidad es, como este fin de semana, que ha hecho un tiempo estupendo y el sol ha lucido plenamente.
Una cosa es que los antiguos meteorólogos se confundieran, con los escasos medios que tenían a su alcance, pero hoy día, ¡Anda que ya les vale!.