L. Pajín no tiene mejor cosa que hacer que incitar a los chivatos a denunciar, como vulgares espías. Pero ¿esto es una democracia o una dictadura? Y debe de haber muchos chivatos, porque a escasas horas del comienzo de la ley antitabaco ya hay setecientas denuncias. ¿Es que la gente no tiene nada mejor que hacer que seguir los consejos absurdos de esta mujer? Pero que no crean que así ayudan al cumplimiento de la ley, lo que hacen es levantar resquemor enfrentándose a sus vecinos.Algún día no lejano cuando salgamos a la calle nos preguntaremos, cuando nos tropecemos con nuestros congéneres ¿será o no será chivato? Y por si las moscas sacaremos el escudo y la recortada, no sea que nos rodeemos de enemigos, por el afán de la gente a chivar conductas. Pues que cuiden esos chivatos, que a todo cerdo les llega su san Martín.
Me parece increíble que una ministra no tenga nada mejor que hacer que enfrentar a los ciudadanos incitando a la delación. Lo normal sería que cada cual se preocupara de cumplir la ley, en lugar de vigilar que la cumplan otros. A cada cual nos basta con lo nuestro, y al conjunto que le vigile personal al efecto. Creo que en Aragón hay 200 inspectores de sanidad, que vigilarán el cumplimiento de la ley, dejemos que hagan su trabajo y L. Pajín que nos deje vivir en paz, que bastante la han liado los políticos, para que ahora venga una ministra enfrentándonos unos a otros. Y a los que le han hecho caso y denuncian, más les valdría hacer la colada de su casa, que seguro que tienen más de una prenda sucia, escondida en el fondo del armario.
NO vivimos en un país de inmaduros, pero L. Pajín cree que sí. Por fortuna quedaron lejos aquellos años en que la delación estaba al cabo de la calle, pero esta ministra parece no haberse enterado.
¡Señora ministra, hemos evolucionado, a ver si se entera! En tiempos de Franco esta mujer no hubiera tenido precio.
Por lo que yo sé la gente está afrontando de modo natural el cumplimiento de esta ley, dando muestra de madurez y colaboración, salvo rarísimas excepciones. Pero por lo visto L.Pajín pensaba que iba a haber una rebelión en masa y por ello ha pedido ayuda a los ciudadanos, que delaten conductas no permitidas. Pero mire por donde, señora ministra, que los españoles tenemos más sensatez de lo que usted se piensa y no necesitamos chivatos y menos chivatos anónimos, que pueden ensañarse de antiguas rencillas y vengarse de hechos pasados, aprovechando esta ley, acusando a inocentes por ejecutar alguna venganza.
A ver si ahora es usted capaz de arreglar este desaguisado y pedir disculpas por incitar a hecho tan fuera de lugar.