lunes, 24 de enero de 2011

Un puente tibetano en mi camino. Excursión a Politura

Si sois amantes de las excursiones y os gusta el senderismo, os voy a proponer una ruta muy bonita, para caminar algunas horas. Eso sí, procurad no ir por allí en Enero, cuando los termómetros están rayando temperaturas negativas, o cuando hace mucho viento.
El primer tramo de la ruta no tiene mayores facultades, se trata de llegar hasta poco antes de la la ermita de Santa Elena desde Biescas, justo hasta donde está la barrera. Como íbamos bien de tiempo quisimos subir primero a ver la ermita, donde hacía un frío horroroso, por lo del viento y las bajas temperaturas. Estuvimos el tiempo justo y enseguida bajamos a la barrera, para tomar desde allí el sendero que va a Politura (el mismo de Hoz de Jaca). Caminamos durante un rato por entre bosques y sendas estrechas que, en algunos momentos, aumentaban su dificultad, debido a las placas de hielo del suelo en unas ocasiones, y a las laderas erosionadas, que se habían merendado el sendero. Pero por fortuna hay gente maja en todas partes y alguien, no importa quién, había colocado unas sirgas para agarrarse y poder pasar, restando  dificultad a estos tramos. Lo mismo hay que decir con respecto a un puente de palanca, situado sobre el barranco, creo que se llama Espumoso, sin el cual hubiera sido imposible seguir adelante.
Pero la cosa no acaba aquí, porque al terminar de descender la ladera, llegamos al río Gállego y nos encontramos con una sorpresa, que para llegar a Politura debíamos atravesarlo por un puente tibetano de unos cinco metros. Después de pensarlo un rato y de comprobar que las sirgas del puente estaban heladas, confieso mi cobardía, decidí que no pasaba por allí ni por equivocación, sólo de pensar lo fría que estaría el agua del Gállego,y añadiendo que hacía un viento insoportable, que balanceba aquello de mala manera, se me quitaron las ganas de caminar por esa sirga tan estrecha.
Pero no podíamos echarnos para atrás, así que pensé que seguro que había otro camino alternativo, cosa que siempre ocurre. Y efectivamente justo allí mismo había una pequeña senda ascente, llena de placas de hielo eso sí, que más nos hubiera valido pasar por el puente, y cuya verticalidad se volvía importante en algunos y tramos. Así que gateando cuando el tramo lo merecía y agarrándonos a las ramas en los repechos más empinados, conseguimos al fín llegar a Politura, donde hay  un hermoso puente, cerca de la presa, para atravesar el Gállego tan ricamente.
En fín que terminamos la excursión muertos de frío pero con la satisfacción de haber pasado unas tres horas, descansos incluidos, memorables.
Os  recomiendo esta excursión pero hacedla en verano, que yo regresaré el próximo para pasar por el puente tibetano, que se me ha quedado el gusanillo dentro y ¡qué narices!
(Para los que quieran seguir ruta hacia Hoz de Jaca, hay unas escalerillas diminutas a la derecha de la presa, que llevan a la senda que lleva a Hoz, pero eso os lo contaré otro día, cuando vaya por allá)