Después de tanto politiqueo ahora toca irse al monte para oxigenarse y cambiar de aires, que buena falta nos hace a todos. En esta ocasión la caminata ha durado casi dos horas y me he podido deleitar con las cosas que la naturaleza nos ofrece allá arriba en el monte.
Me he dirigido a Gavín por el camino del cementerio, he tomado la senda que bordea el camping del mismo nombre y desde éste he tomado otra senda que termina justo en el pueblo. Después de cruzar la carretera me he dirigido hacia la derecha de los dos restaurantes y calle arriba he llegado a la pista que lleva a los senderos que terminan en la ermita de S.Bartolomé, casita de las brujas, Astés y fuente Chaimona. Una delicia para los senderistas que desde este lugar pueden organizar diferentes caminatas.
Después de unos minutos de ascenso por la pista he tomado el sendero de la casita de las brujas y he llegado hasta allí, bajando después por el de regreso (al menos por el que regreso casi siempre yo, excepto cuando me dirijo a Iguarra), que sale justo desde la casita.
He observado todo tipo de flores, he escuchado diferentes clases de pájaros, he olido a pino, he visto cientos de cucharetas junto a la cascada y me he dejado acariciar por la brisa del bosque( ah, y también he escuchado unos jabalíes). En fin, una delicia para los sentidos que nadie debería perderse de vez en cuando.