Parece ser que el gobierno alemán no es tan eficiente como parecía, a la vista de la metedura de pata que ha tenido con el tema de los pepinos, actuando a la ligera en su afirmación de que la bacteria estaba en los pepinos españoles, cuando no era así, como bien sabemos todos. Los de Hamburgo, que primero acusaron a los de España de ser exportadores de la bacteria, han tenido que desmentirlo más tarde a causa del resultado de los análisis practicados. ¿No hubiera sido más eficiente y serio que esperaran al resultado de los análisis antes de dar una voz de alarma tan nefasta?
El caso es que el mal ya está hecho y la imagen dañada y por más que el ministro Rubalcaba quiera iniciar una campaña para devolver la imagen a nuestros agricultores y nuestros productos, no se recuperarán por ello las pérdidas que el desatino del gobierno alemán les han procurado a quienes viven de este sector. En cualquier caso debería exigir a los alemanes que pagarán todo el destrozo causado.
Mientras tanto L.Pajín, dando palos de ciego, sin saber por dónde le da el aire, y si para una vez que tiene que actuar, no se aclara ¿qué falta nos hace esa señora? ¡esos son los políticos que tenemos!
Los alemanes tendrán que esmerarse en aclarar sus errores y sus incompetencias, antes de opinar o dar consejos que les vienen grandes.
No hace mucho A.Merkel decía que los españoles teníamos demasiadas vacaciones en comparación con los alemanes, otra metedura de pata ¿no sabe tal señora que en el cómputo anual trabajamos 400 horas más que los alemanes y cobramos menos de la mitad?
Lo dicho, que el gobierno alemán deberá aprender a informarse mejor antes de volver a meter la pata, ya que sus ultimas actuaciones le han restado muchos puntos a la seriedad y perfección de que hacía gala.