miércoles, 12 de diciembre de 2007

Efímero pero intenso


Extendió la mano para alcanzar la lluvia y recogió una gota de agua. Reflejándose en ella, le pareció un milagro de la naturaleza, todo su rostro cabía en aquella pequeña gota. Intentó quedarse con ella, pero vio que no podía; ladeó su mano y la gota cayó al riachuelo alejándose de repente. Un instante de felicidad, efímero pero intenso.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

y sólo nos quedan esos efímeros instantes como auténticos tesoros.
como un beso soñado en un pequeño suspiro...

Abedugu dijo...

!Qué belleza!. Un relato corto pero maravilloso, un momento de felicidad tan pequeño como esa gota de lluvia, pero aunque pequeño es de los que no se olvidan.
Un abrazo.

Vivianne dijo...

De lo que me estaba perdiendo!!!! cuanta dulzura, sencillez y suavidad cada una de tus palabras, enhorabuena!!!