martes, 30 de septiembre de 2008

Como cabra que tira al monte (quinta parte del debate)


Habla Cataclismo:

Cuando leí­ ayer tu respuesta, creí­ por un momento que habí­as dejado de ser Aries y que habí­as bajado del monte. Pero hoy leyendo tu primera exposición sobre el amor de Dios me doy cuenta de que todaví­a sigues en él.
Ya verás como tu visión y la mía no son tan diferentes y estamos de acuerdo en más de lo que crees. Empiezas diciendo que el amor hay que alimentarlo.
Yo tampoco soy una mujer religiosa por naturaleza, sin embargo, como tú, estoy acostumbrada a buscar el sentido de las cosas, aun de las más insignificantes y procuro no quedarme con ninguna duda; y mi idea de Dios tampoco es la normal de la mayoría de la gente, pero como bien dices es tema para otra charla, mi Dios particular está dentro de cada uno en las cosas que somos capaces de pensar y descubrir.
Y a ese Dios me dirijo siendo receptiva al amor que llevo dentro, porque es parte de Él. Efectivamente, tu lo has dicho sacándome los colores, estoy enamorada hasta la médula y además no lo puedo ni quiero disimular, porque es una de las experiencias mas bonitas que me han pasado en la vida. Y este amor debe ser también parte de ese Dios que dices, porque gracias a Él me siento mejor persona, por la cantidad de energí­a positiva que me está trasmitiendo.
De todo tu mensaje me quedo con esa frase de la receptividad del amor que Dios es dentro de nosotros, que es la que me interesa, aunque reconozco que podrí­a pasar un dí­a entero contestando tu mensaje, pero como bien dices habrá tiempo de sobra para charlar.
Como ves, chiquillo, ya me iras conociendo y descubrirás que es un reto para cualquier humano conseguir que Cata se baje del monte tan fácilmente.
Y no conoces todavía todo lo que estoy recibiendo de ese Dios amor que ha nacido en mí­. La pradera en muy bonita pero tienes que levantar los ojos si quieres ver las montañas y recrearte en ellas. Pero es mucho más bonita la cumbre más alta y más maravilloso el paisaje, y estando allá arriba si levantas los ojos te encuentras con un infinito Dios amor que se pasea por sus nubes con una inmensa corriente de "energía positiva".
Menos mal, cuando leí ayer tu mensaje pensé que al pobrecito Ícaro se le estaban empezando a derretir las alas, pero no.
Ya empiezas a conocerme, dejarí­a de ser yo si te hubiera contestado de otra manera. ¡ Ah! y espero que tú no seas de los que también llevan impermeable, porque te estarí­as perdiendo algo maravilloso: descubrir ese Dios amor que llevas dentro. Como yo he descubierto ese amor y va siempre conmigo atravesando el monte por los barrancos y descubriendo parajes impensables.

Hasta mañana Cataclismo.


(Si alguien quiere opinar largo y tendido sobre el tema, mandarme vuestro cometario y lo publicaré en sucesivos posts, la dirección de correo electrónico está en la página de mi perfil)

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