martes, 11 de noviembre de 2008

Moñigas antipedagógicas y demás series televisivas


Alguien me pidió hace unos días que le diera mi parecer sobre la serie de televisión "Física o química". No suelo ver la televisión, pero he visto varios capítulos para poder opinar.
Ignoro si el guionista de la serie se ha inspirado en algún centro de secundaria real o ha imaginado todo el contexto. Reconozco que puede ser una serie que engancha a los jóvenes, pero no tiene nada que ver con el mundo real, como casi todo en el cine. Se nos presenta un centro de secundaria en el que ni profesores ni alumnos reflejan lo que está pasando en las aulas. Normalmente ni los profesores son tan humanitarios con los problemas de los alumnos, ni los alumnos son tan ¿guays? como los pintan.
Algunas situaciones tratan problemas de actualidad, como el sexo, las drogas, la integración, y me parece bien, pero la realidad es más cruel. Conozco varios centros de secundaria muy de cerca, yo misma he impartido clases de apoyo en varios de ellos, y os puedo decir que un número de profesores importante no sabe por dónde se anda a la hora de solucionar problemas, que más que solucionadores de problemas son esquivadores de problemas, que van vandeando como pueden y al curso siguiente que apechugue el siguiente tutor. He pertenecido cuatro años al consejo escolar de un centro educativo y os puedo asegurar que la relación profesores y alumnos no es tan paradisiaca como nos creen hacer entender los guionistas de la serie.
Hay un tema que pasa por alto y que a mi modo de ver es lo que más se parece a la realidad, el personaje de Gorca, rebelde y conflictivo por naturaleza, que resbala a todos los profesores y que nadie se preocupa de saber por qué este chico es así. En los centros que conozco ya se le habrían abierto varios consejos escolares por mal comportamiento, que tampoco hubieran solucionado el problema, o se la habría expulsado varios días. Pero es mejor pasar de él o aguantarlo como mejor pueden o saben, antes que preocuparse de su problema. Y es que nuestros centros docentes adolecen de educadores, aunque haya bastantes profesores entrando y saliendo de las aulas. En una ocasión, antes de comenzar una sesión de un consejo escolar, escuché una profesora decir "este chico me saca de las casillas, no lo aguanto". Pues actitudes como ésta, las captan los chavales y le afectan más de lo que creemos. Una gran mayoría de chicos no se sienten a gusto en las aulas, ¿por qué?.
Tampoco me parece que sea realista la imagen que se nos presenta de los profesores, abrumados por problemas amorosos unos y salidos otros en cuanto a sexo se refiere. Y en cuanto el tema de la disciplina, tampoco es el real, algunos institutos parecen la selva, donde los gritos están a la orden del día, los de profesores y alumnos, y la falta de modales es el pan nuestro de cada día. Pero mientras los profesores echen la culpa de esto a los padres y los padres se la echen a los profesores no solucionaremos el problema.
Cada día se habla más en la prensa de chicos que agreden a los profesores, pero no olvidemos a los profesores que también agreden a los alumnos física o psíquicamente, y pasar de los alumnos, como pasan muchos, ¿no es la agresión más grave que puede realizar un docente?. La vida real no es como la presenta la serie. Que no se piensen nuestros pequeños, que dentro de nada van a pasar al instituto, que se lo van a encontrar como lo presenta esta serie, a mi modo de ver, una moñiga antipedagógica. Reconozco que el tema se merece un debate pero ésta es mi opinión para quien la lea y la respete.

4 comentarios:

Lamia dijo...

Yo hace días que he renunciado a ver la tele. Cada vez más, mi tiempo libre lo dedico a otros asuntos más productivos: leer, escribir, charlar...

Anónimo dijo...

Efectivamente, podéis debatir este asunto en los debates 0h de la bernarda.

Fíjate que en mucho tiempo creo que en este tema pienso igual que tu.

Atentamente
El vangador Tóxico.

Anónimo dijo...

No sabría opinar de la serie porque me "juré" que no vería bodrios hace mucho tiempo, así que practicamente no puedo tolerarme nada de lo que emiten en cualquier canal de los "normales".
En lo que sí estoy de acuerdo contigo es en que la educación parte de que no hay "educadores" ni maestros, sólo hay "docentes" y "discentes", cada uno con sus problemas y poco tienen de pedagogos, de psicólogos o simplemente de relaciones emotivas más allá de la imposición de materias. el interés de los alumnos suele ser pequeño y las exigencias del sistema casi nulas.
Pobres chavales, y pobres profesores.

Nuria dijo...

Creo que me uno al club. Llevo muchos años diciendo que faltan educadores y sobran trabajadores de la enseñanza, éstos estarían mejor picando piedra (y siento lástima de las piedras)y la clave está en algo tan poco entendido: vocación. Un educador ha de tener vocación de educador y en el caso contrario es que no sirve para desempeñar esta tarea, y además, no todos valen para educadar aparte de que tampoco sepan cómo hacerlo.