viernes, 16 de enero de 2009

¡Olé por Andalucía !(1ª parte)

Las Navidades han sido duras para los hosteleros del Pirineo, por el trabajo abundante, pero yo he tenido la enorme suerte de que los Reyes Magos me han puesto este año un viaje de ocho días por Andalucía, así he podido relajarme y descansar.
Nos fuimos el día 0cho hasta Huesca, donde debíamos coger el A.V.E, que curiosamente se averió después de pasar por Tardienta y estuvimos parados en la vía unos cuarenta y cinco minutos. Comenzó la cosa con unos tirones que daba el tren y cortes en el suministro eléctrico. intentaron arrancar el tren varias veces sin resultado como consecuencia de un fallo de energía, claro que esto lo tuvimos que deducir, porque cuando preguntamos al personal competente por el motivo, se limitó a decir que enseguida nos íbamos, sin más explicaciones (y ese enseguida se tradujo a veinte minutos más de espera). Mientras tanto el frío comenzaba a hacer mella, ya que tampoco funcionaba la calefacción, ni nada que tuviera que ver con electricidad, o sea ni televisión, ni música. Finalmente llegamos a Zaragoza, con retraso por supuesto y menos mal que debíamos hacer unos recados allí y nos apeamos. No quiero pensar en qué condiciones siguieron viaje los que iban hasta Madrid.
Las casi dos horas, que tuvimos que estar en la estación de Zaragoza casi nos congelamos, es la estación más fría que conozco, y eso que han colocado unas estufas con forma de lámpara para calentarse, pero a decir verdad, no es que calienten demasiado que digamos. Acudimos a una máquina de café y se nos tragó las monedas sin servirnos el café y sin que nadie supiera como solucionar el desaguisado, finalmente encontramos un número de teléfono donde hicimos la queja, que no sirvió para nada. Intentamos solucionar un par de cosillas en la estación y los funcionarios solo hacían que mandarnos de una ventanilla a otra porque ninguno sabía nada al respecto (era un tema de billetes, con lo cual alguien debería haber estado informado). Finalmente, cuando encontramos al funcionario que tenía la información, ya era demasiado tarde y no pudimos hacer nada. Nos metimos en la cafetería de la estación, que era el único sitio caliente y esperamos hasta la hora de tomar el siguiente tren.
Cogimos el AVE que iba a Madrid, porque el directo hasta Sevilla estaba completo, y aunque la televisión no funcionó en todo el rato, al menos llegamos a la hora.
Una vez en Madrid nos dispusimos a comer algo, durante el poco tiempo que nos quedaba, unos suculentos bocadillos por el módico precio de seis euros cada uno, bocadillos normales de jamón ¡no os vayáis a pensar! (¡jefe, tenemos que subir los precios!). El resto del viaje hasta Sevilla, sin contratiempos, que no es lo de menos. El personal del AVE, encantadores en todo momento, sin duda lo mejor del viaje hasta Sevilla.


Una vez en nuestro destino nos dirigimos al centro de Sevilla, hacia la Hostería del Laurel, para alojarnos, un lugar emblemático y precioso, en el centro mismo del barrio de Santa Cruz. Una vez allí, descansamos un rato y nos dimos una vueltecita por los alrededores. Le hice la primera foto nocturna a la Torre del Oro y al Hotel de Alfonso XIII, pero eso es motivo del siguiente post, que no quiero cansaros.



5 comentarios:

Nuria dijo...

Eso de las averías, nadie que informe, ¿de qué me suena? Anda que no se montó gorda en el aeropuerto de Barajas, y lo mejor es que todos miran para otro lado, o sea, que le pasan los trastos a otro y no solucionan nada.

Me encanta que hayas podido disfrutar de unos días de vacaciones y nada menos que en Andalucía, yo tengo recuerdos gratos de Córdoba allá por el año de Maricastaña.

Sí que receurdo el refran del caldero del abuelo Benito y es que le iba como anillo al dedo.

Besicos a mogollón, tata, hasta la siguiente parada

Pedro J. Sabalete Gil dijo...

Conozco bien la zona y el ese AVE. Hasta conozco ese hotel. Toda una peripecia hasta que llegaste a Sevilla.

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Saludos, Goathe.

Leodegundia dijo...

Menudo regalo de Reyes que te trajeron, espero no perderme ningún capítulo de ese viaje que seguro te salió maravilloso.
Un abrazo

Lamia dijo...

Jolín, menos mal que se arregló el viaje porque... tal y como empezasteis..

Una senderista. dijo...

El AVE nos lleva a todas partes, o a casi todas, saludos