lunes, 12 de abril de 2010

La política del mejillón.

No dejan de ser curiosas la cantidad de características, que asemejan al Dreissena polymorpha con la clase política de éste y de cualquier país, pero sobre todo de éste.
El Dreissena polymorpha, vulgarmente llamado mejillón cebra, no es comestible, como los políticos, que no hay quien los digiera, sólo alcanza tres centímetros de largo, como la inteligencia de muchos de nuestros políticos. Prefiere las aguas estancadas y con poca corriente, como ellos, será por el gusto de revolcarse, en el lodo maloliente de las políticas de descrédito del contrario. Estos espécimenes, cuyos orígenes se desconocen, han sido estudiados en diferentes ocasiones, por quienes deseaban conocer más sobre su biología y ecología, sobre todo en lo relacionado a los daños ecológicos y socio económicos que ocasionan; por el contrario no hay quién se aclare a la hora de buscar responsabilidades a nuestros políticos, por los daños que ellos ocasionan, socio económicos y de todas las clases. Hace poco se ha constatado la presencia del mejillón cebra de forma continua, igual que los políticos, que aparecen de debajo de las piedras, con sus innumerables cargos a su cargo, valga la redundancia. A saber Presidente, asesor del presidente, asesor del asesor del presidente, asesor del asesor del asesor del presidente. Con lo cual su grado de reproducción los equipara al temido molusco.
Pero así como se nos ha informado de la gravedad, que supone la introducción del mejillón en nuestra vida cotidiana, nadie nos informa de la gravedad que supone hoy día la clase política en nuestro país. El mejillón avanza rápidamente aguas arriba, pero ¿hacia dónde avanzan los políticos?, no hay manera de saberlo. Sólo se sabe que suben y suben y suben.
Pueden llegar a obstruir las cañerías, como ellos, que obstruyen el buen fluir de la vida cotidiana del país. Les gusta alimentarse de sustancias de desecho, entre otras cosas, que filtran cuidadosamente, tanto que parecen buenas sustancias orgánicas, o sea dando gato por liebre, como ellos.
Se amontonan y se pegan con sustancias viscosas, para conseguir un mejor posicionamiento y suelen ser los m ás gordos, los mejor posicionados, siendo cortejados por un grupo de pequeñas larvas, que pululan a su alredor a lo largo de su vida política.
Pero ocurre, que al mejillón cebra se le puede controlar, intentando evitar su proliferación donde existe, o impidiendo que entre, donde no lo ha hecho todavía. Pero a los políticos no hay quien los controle, usan todo tipo de argucias para penetrar en la vidilla política y una vez dentro no paran del chupar y chupar del bote, con lo que es imposible sacarlos de allí. En definitiva que ninguno de los dos sirven para nada.
Dicen que si se detecta un mejillón cebra en un lugar nuevo, debemos avisar a SEPRONA, pero ¿DÓNDE AVISAMOS SI DETECTAMOS UN NUEVO POLÍTICO? ¿a SEPRONA también?.
Para saber más de este molusco debemos buscar en Internet y para buscar información sobre los espécimenes políticos....también en Internet, o quizá en nuestro mismo rellano. Nunca se sabe dónde puede aparecer uno.
Seguiré investigando sobre la fauna, en lo que a semejanzas se refiere con la clase política y os tendré informados, no sea que os encontréis algún ejemplar por allí y no sepáis qué hacer con él.

3 comentarios:

angelpito injurioso dijo...

Los mejillones esos se agazapan en los desagues,y los politicos en los solares recalificados...mira lo que esta pasando en Grecia,los paises euro-peos pagando para parar su espe-culacion,y en Madrid regalando coches e ingresando en cuentas bancarias sin ningun motivo,y aqui no hay delito...¡si me quieres dar algo,yo no tengo la culpa!y mucho ojo,que te meto una querella,si me criticas!.(es un generico,que nadie me mande al señor nuez)

lola dijo...

si me encuentro un mejillon cebra en la fregadera, que hago?,espachurrarlo, o invitarlo a comer como a un politico.
lastima que el cebra no sea comestible, por lo menos tendriamos algo para darle de comer a los politicos. porque eso si, los politicos son incomestibles por mucho que los adereces.

Unknown dijo...

Ya,el pobre mejillon no tiene la culpa de nada,la culpa es del hijo que los puso en estas aguas.