A buenas horas llegan estos, o el ridículo más espantoso

La vida vuelve a la normalidad, los niños al colegio, los que estaban de vacaciones al trabajo, las calles vuelven a estar vacías, las montañas casi desiertas de senderistas. De nuevo comenzamos a pensar en los fines de semana, en los Puentes, en la nieve. Aramón está inscribiendo miles de candidatos, aspirantes a 500 puestos, la construcción sigue sin levantar, la hostelería, de momento, se ha ralentizado. Mientras tanto la gente sin empleo, mira y remira las ofertas, devora los clasificados por palabras, corren al buzón cada mañana para ver si el Inem les ha mandado una carta. Patean las calles en busca de ocasiones para ganar algunos euros. Unos cuantos se lamentan de las ofertas que rechazaron este verano, porque, como cobraban paro, en verano querían fiesta (sé de lo que hablo). Más les valdría haber aceptado el trabajo, que ahora no estarían suspirando.

Los gobernantes se empeñan en hacernos creer que la cosa está cambiando, que la crisis ha visto el final, pero mientras tanto sigue subiendo el paro. Zapatero con su sonrisa extraña, sigue hablando, como si no pasara nada; seguro que a él no le cuesta llegar a fin de mes, seguro que no tiene problemas de hipotecas, y seguro que la carga del gobierno de esta nación no le preocupa, si no, habría actuado de otro modo. Hace tiempo que debería haber cedido el paso a quienes saben hacer política.

Pero.....¿es que hay alguien?.
 Haberlos haylos, pero el caso es que les dejen hacer....
Los sindicatos para poner su granito de arena al desastre, convocan una huelga general. ¡A buenas horas! Más les valdría haber estado ojo avizor y haberlos convocado cuando se hubiera podido conseguir algo, pero no ahora, en una época crítica, que no viene holgada de soluciones y donde el gobierno, no puede hacer nada, porque ha quemado sus barcas hace tiempo. ¿Es que pretenden los sindicatos que salgamos todos a nado?. Pues que me perdonen, pero el agua está muy fría, para nadar tanto rato.(Y conste que me gusta el agua fría) Pero si se empeñan en hacer el ridículo ¡adelante! que otros lo hicieron antes.