Ayer saltaba la noticia a los medios, la Real Academia de la Lengua Española publicará en la siguiente edición de su gramática, más o menos por Diciembre, los cambios que ha decidido llevar a cabo.
La "y" hasta ahora llamada "y griega" se denominará "ye", la "i latina" será simplemente "i", la "b" y la "v" serán "be y uve", desapareciendo la horterada de llamarlas "be alta o larga", aunque esto último ya casi no se hacía desde hace años y por fortuna. Personalmente me gustaba más llamar a la y, y griega y a la i, i latina (¿qué había de malo en ello, o de incongruente?).
No voy a comentaros todos los cambios, que los podéis encontrar en cualquier página de Internet, pero si que me voy a referir especialmente a la desaparición del alfabeto de las letras "che" y "ll", algo que no entiendo porque con esta desaparición, la pronunciación de ambas deja de tener representación, que una cosa es que estas letras se formen con otras del abecedario, la "c,h,l" y otra muy distinta que evolucionen de esas mismas. Las grafías "ch y ll" tienen una evolución particular que, en muchos casos, nada tiene que ver con esas C,H y L, es decir que merecen su puesto en el abecedario, con autoridad propia.
Pero los lingüistas sabrán lo que hacen y por ello pasarán a la posteridad, por haber permitido estos cambios, lógicos en algunos casos pero absurdos en otros.
Si D.Tomas Buesa Oliver, insigne catedrático de historia de la lengua y profesor mío en la Universidad de Zaragoza, levantara la cabeza, no creo que estuviera muy de acuerdo con algunos de ellos.
1 comentario:
Hola Sofi.
Con la de reglazos que me he llevado en la mano por no poner acentos.
Un saludo.
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