Según la última encuesta del CIS correspondiente al mes de Noviembre, los políticos ocupan el último lugar, es decir de los peor valorados.
Y se lo ganan a pulso, por la serie de cosas que todos conocemos, por lo mal que lo hacen, por lo hipócritas y embusteros. Pero sobre todo hay un aspecto que la población no les perdona: que en esta época de crisis económica, sigan chupando del bote y manteniendo sus suculentos sueldos, y no solo eso, que no sean capaces de renunciar a algunos de sus abultados privilegios, como las espléndidas pensiones que siguen cobrando después de haber dejado el puesto.
Después de retirarse de la política cobran durante dos años el 80% de su sueldo y a partir de los dos años, el 60% de por vida.
Nos preguntamos si esto es justo y la respuesta es tan evidente que ni la mencionamos. ¿No es momento todavía de que ellos, que han apretado nuestros cinturones hasta límites que cortan la respiración, comiencen a dar ejemplo y renuncien a tan suculentas pensiones vitalicias?¿cuánto dinero ahorraríamos?.......
Desconozco la cifra, pero no cabe duda de que si lo hicieran, su política sería más creíble.
A pesar de la evolución de los tiempos y de que la era del Internet y las comunicaciones ha llegado tan alto, en otros aspectos no distamos demasiado de los tiempos de la Edad Media, cuando se cobraban diezmos a la población, que pasaba hambre, mientras los gobernantes derrochaban sin medida en sus narices.
Para este viaje no hacían falta tantas alforjas, tanta evolución y hay cosas que no cambian nunca.