Lo vi hace unos días, un gatito de apenas un mes de vida, que iba a ser sacrificado y alguien lo salvó, pero estaba muy débil e ignoro qué habrá sido de él. Tan insignificante que cabía en la mano de Juli, su nueva ama, pero tan poca cosa que más bien parecía tener una patita en el otro mundo. Estoy segura de que Juli le habrá cuidado muy bien y seguirá vivo. Porque ella sabe de gatitos, que éste no es su único gato, y sabe cómo cuidarlos, darles mimos y juguetear con ellos. Además es una chica solidaria y amante de la naturaleza y de los animales. Ojalá todos siguiéramos su ejemplo.
Zaragoza 2024
Hace 2 días
2 comentarios:
No soy especialmente amante de los animales, pero estoy contigo en que ójala haya más casos como el de Juli.
Por mi trabajo aparecen muchos gatitos huraños que nacieron en el campo. Una de mis fijaciones es ir gsanándomelos.
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Saludos, Goathe.
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