martes, 28 de octubre de 2008

El Broche (desenlace)

No sabía si comenzar un nuevo relato o intentar escribir de nuevo el que acababa de perder, para que se lo publicaran en el siguiente número de la revista. El solo hecho de pensar en escribir sobre lo mismo le aburría, pero no se sentía con fuerzas de inventar una historia nueva, así que optó por lo primero.
Comenzó a escribir sin energía pero, conforme avanzaba el relato, su memoria le iba dictando paso a paso cada frase, cada párrafo. Pero cuando llegó al final decidió cambiar el desenlace.
Se había terminado la tinta de la máquina de escribir. Posiblemente, su padre guardaba alguna cinta nueva en su despacho, así que se dirigió hacia el lugar y cuando rebuscaba por los cajones, algo la sorprendió.
Acababa de encontrar la cinta, cuando al intentar cerrar de nuevo el cajón, observó un envoltorio, atado con un cordel, que parecía muy antiguo. Lo cogió y lo guardó en su bolsillo, para verlo con más calma cuando estuviera en su habitación. Un objeto guardado durante tanto tiempo, tenía que ser lago interesante.
Cerró la puerta del despacho con sigilo y caminó casi de puntillas, para no ser oída. Por suerte no se tropezó con nadie por el pasillo. Cerró la puerta y se sentó sobre su cama para mirar el interior del envoltorio. El corazón le palpitaba y le temblaban las manos mientras deshacía el nudo del cordel y comenzaba a abrirlo. Miró de reojo, con miedo por una de las rendijas que iban quedando al descubierto, pero no podía ver nada. Dentro del papel había una cajita de escasas dimensiones atada con otro cordel, le deshizo el nudo y se dispuso a abrirla, pero un extraño temor se le apoderó del cuerpo y en el último momento se echó atrás, cerró de nuevo la caja y la envolvió dejándola donde la había encontrado. Prefería no conocer ese enigma y quedarse con la duda sobre lo que había dentro. Nunca lo sabría y quizá era mejor así. Ya había tenido bastantes sobresaltos. Decidió dejar el final de la historia sin escribir, porque ella misma temía el final, que acababa de inventarle minutos antes.
De este modo fue cómo nunca llegó a conocerse del todo el enigma del misterioso broche, el enigma de una historia inacabada que ¡quién sabe si terminará algún día!
A continuación se abrió la puerta mientras se oyó una voz que le decía: “apresúrate, Elena, que se enfría la sopa”. Elena cerró el libro y lo dejó sobre la mesilla. El final le había sorprendido, pero también le había dejado un mal sabor de boca, le hubiera gustado que el broche apareciera, después de tanto misterio, dentro de la cajita, para poder seguir imaginando cosas fantásticas. Pero eso seguramente sería materia para otra historia.
Por cierto, le dijo su padre mientras cenaban, ¿sabes, Elena, que han publicado ya la segunda parte de “El broche”?....

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Final del anterior fragmento:"María pasó muchos días sin poder escribir, envuelta en una vida aburrida y hastiada por todo. Había puesto demasiadas esperanzas en la publicación de su relato y necesitaba tiempo para recuperarse de su decepción. Pero un día ocurrió algo inesperado."

Inicio de este fragmento:" Llegó a casa totalmente abatida por la decepción y sin mediar palabra se encerró en su habitación, donde permaneció durante horas. No sabía si comenzar un nuevo relato o intentar escribir de nuevo el que acababa de perder"

Lo siento, es totalmente carente de continuidad. Lo has enrevesado demasiado y al quererlo hacer tan rápido lo has liado todo. Aunque entiendo la historia "en tres dimensiones" que has querido contar, lo has escrito de una forma tan atropellada que pierde el ritmo y hace que el lector pueda confundirse.

Lo siento, no me ha gustado nada.
Ánimo para el siguiente.

PD: Al final no pude acercarme a Biescas para la Feria de Ganado. Ya me han comentado que el fin de semana fue fabuloso. Una lástima, me habría gustado saludarte.

Un saludo,
Txomin

Anónimo dijo...

Que haya gente que muestre su disconformidad con respeto, y que se admita este tipo de comentarios y se debata, me parece algo muy de elogiar por ambas partes.
Este debate entre sofi y txomin nos mantiene en vilo, como los relatos. No nos dejéis colgados eh!

Sofía Campo Diví dijo...

¿Mejor así? lo he apañado un poco, me pasó una afasia por la mente. Un error lo tiene cualquiera. Pero dime ¿intentas probar algo?. Este blog es un medio de expresión de sentimientos y de ideas que solo aspira a compartir algo con los demás, no pretende ganar ningún premio. Y tu modo de dirigirte a mí, no me parece el más apropiado, a fin de cuentas ésta es mi casa y tu mi invitado. Puedes criticar el sentido de mis escritos pero no la forma, no me parece nada cortés. Además, ya te lo dije, nadie te obliga a entrar ¿no?. O ¿si?

Anónimo dijo...

Os llevo siguiendo desde hace mucho y no me gustan los comentarios de Txomín, yo que conozco a Sofi desde hace mucho y la vengo leyendo, puedo decir que es una buena comunicadora, que con este blog consigue sus objetivos, comunicar y trasmitir ideas, sensaciones, pensamientos. Por eso no me han gustado las últimas críticas que le hacéis. A mi me ha gustado el relato y no veo nada malo en que utilice tópicos de la literatura para expresar lo que quiera. al fin y al cabo la vida está llena de tópicos. En cuanto a los críticos destructivos mejor harían en hacer críticas donde deben y son necesarias.

Anónimo dijo...

Bueno Sofi, veo que te has ofendido y no era mi intención.
Si he criticado la forma y no el fondo es debido a que desde un primer momento ya comenté que el fondo , el asunto y la historia no me gustaba y no era ya creíble por lo que ya no iba a comentar nada mas de él.

Al decirte que las dos partes no coincidían, no intentaba ser descortés ni maleducado, simplemente hacer notar que había una discontinuidad en el relato, algo que era obvio y que hacía que el fondo no fuera inteligible.

Veo que no te ha gustado nada mi comentario y que incluso te ha molestado. Amiga mía, en el mundo de la literatura ya sea profesionalmente o simplemente aficionada te vas a encontrar con críticas constructivas, destructivas y devastadoras. Tienes que aprender de ellas y no tomarlas como algo personal y veo que lo estás haciendo.

Créeme cuando te digo que se de lo que hablo. Debido a mi trabajo leo al cabo del día demasiados artículos, borradores, ensayos, relatos y publicaciones, la mayoría escritos con la esperanza de ser publicados. Algunos son muy buenos, otros muy malos y otros simplemente muestran lo que puede esperarse en un futuro de su escritor. Yo llegué a este blog recomendado por otra persona que veía tu interés en la literatura, he leído algunos de tus relatos, algunos me han gustado otros no.
Generalmente, mis años de dedicación al mundo editorial me han enseñado a no criticar el fondo (cosa que como verás a veces incumplo) ya que intento basarme en la forma de expresarse del escritor. Las personas que leen son tan dispares y todas con un gusto personal e intransferible que hace que cada día me sorprenda por gustos y modas.
Pero la forma... No verás ni un solo texto en el que independientemente de lo que cuente y aunque el tema no nos interese en absoluto, si está bien contado y con estilo, terminemos leyéndolo. El amigo A.Perez Reverte sería un gran ejemplo de esto que te comento.

Bueno, Sofi, me he excedido mas de lo que hubiera querido , pero era necesario mostrarte que en ningún momento ha sido mi intención atacarte en lo personal. Es tarea tuya el ser humilde o no y tomarte las críticas como tu quieras. Por mi parte no hay ningún problema.

Para terminar me gustaría que me aclararas una frase de tu anterior comentario. En concreto: "Además, ya te lo dije, nadie te obliga a entrar ¿no?. O ¿si?" No he entendido el doble sentido que pudiera tener el "..O ¿si?"

Un saludo,
Txomin

Sofía Campo Diví dijo...

Si me hubiera molestado tu comentario no hubiera corregido mi error, ni tampoco te habría dicho en mis respuestas de otros posts que estaba encantada de que comentaras en este blog, a pesar de que no te conozco, aunque creo que tú si que me conoces a mí. Mi contrariedad es solamente porque has entrado por primera vez en el blog hace unos días y te has lanzado en picado sobre mi relato, y si esa es tu opinión, has hecho muy bien en exponerla y te aseguro que la he leido con sumo interés.
Lo que ocurre (ya me ha pasado otras veces) es que a veces hay que poner tono adecuado a mis escritos. Yo soy algo enérgica escribiendo y eso puede confundir sobre el verdadero tono de mis palabras. En la vida real también me pasa, soy arisca. ¡Qué le vamos a hacer!.
En cuanto a lo del ¿no? o ¿si? es redundar en la idea, mera retórica.
Lo único que me ha molestado es que alguien entre por primera vez en mi casa y entre a saco. Otra cosa sería si hubieras hecho comentarios anteriores, más tipo presentación o introducción: "hola soy Txomín, me han hablado de tu blog y voy a seguir echando un vistazo a ver si me gusta". Así, si días después me comentas en el tono en que lo has hecho, no hubiera pasado nada...bueno casi nada jajaja. Acepta mi carcajada como un toque de distendimiento. Imagina si un intruso llega a tu casa y de entrada te suelta "vaya casa más hortera que tienes" ¿cómo te sentirías?, y si, en cambio ¿te lo dice un amigo de toda la vida ?.
Espero seguir viéndote por aquí. Un saludo
p.d.t. No me gusta nada Pérez Reverte.