Palabras confundidas (relato)

Como un rayo fugaz ha pasado junto a mi una idea maravillosa. Alguien ha confundido las palabras y me ha dicho lo que no era, o mejor dicho, ha dicho lo que no quería decir y la realidad era bien distinta. Pero mi mente se ha puesto a levitar y soñando ha llegado muy lejos, seguramente a donde le llevaban esas palabras confundidas, que nunca debieron pronunciarse. Y por una vez más, pudiendo desear el desierto me he tenido que conformar con un grano insignificante de arena. Malditas las palabras que se pronunciaron al hablar, ojala pudieran despronunciarse, o lo que es más ortodoxo, desdecirse para que nunca más nadie equivocara lo que dice con lo que en realidad quería decir.

Ya no habrá brindis con cava, ni fuegos artificiales. Lo que debió celebrarse nunca sucederá porque alguien confundió las palabras. Me sentaré en el suelo, abrazada a mis rodillas, con la cabeza baja y el alma hundida esperando esas palabras que ¡quién sabe! si llegaran o no algún día. Y mientras espero, seguiré soñando con esas palabras confundidas.