Un cero para Zapatero

Hoy revisando el heraldo de Aragón me he topado con esta noticia que transcribo literal para no perder contenido.

El Gobierno central financia peajes en siete autonomías, pero veta los de Aragón
Fomento lleva tres meses de retraso en su compromiso por apoyar la liberación de Fraga-Alfajarín y Mallén-Figueruelas. El Ejecutivo paga además a la Generalitat el 7% de lo que recauda en sus autopistas.

HERALDO
JESÚS MORALES. Madrid
No todos los españoles son iguales para el Gobierno central, al menos cuando se habla de sus carreteras. El Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero tiene bloqueada la aportación del Estado a la liberación de los peajes entre Mallén y Figueruelas y Fraga y Alfajarín. Sin embargo, acaba de reconocer en el Congreso de los Diputados que, a través de diferentes sistemas, da dinero público para rebajar y en algunos casos ofrecer gratis el tránsito por peajes de autopistas en siete comunidades diferentes, entre las que obviamente no está Aragón. Las autonomías que gozan del favor del Ejecutivo socialista son Cataluña, Andalucía, Galicia, Valencia, La Rioja, Asturias y Castilla y León. En el caso de Cataluña y Andalucía, hasta ahora el Gobierno central ha cedido a la mayor parte de sus peticiones concretas sobre infraestructuras. Incluso, se está tramitando actualmente una proposición en el Congreso que tiene su origen en el Parlamento catalán que busca aumentar la gratuidad en sus peajes. En cuanto a Galicia, fue un logro que arrancó el todavía presidente socialista de esa comunidad, Emilio Pérez Touriño, a Rodríguez Zapatero en la pasada legislatura gallega. Se supone que una vez consolidada la gratuidad de la AP-9 en el entorno de Vigo y de La Coruña y el 30 por ciento de financiación entre Pontevedra y Vigo, el Ejecutivo los mantendrá a pesar del cambio político que se produce tras las recientes elecciones autonómicas. El caso de La Rioja es el que más se puede asemejar al de Aragón. Ese gobierno autonómico exigió al Gobierno central liberar los tramos de la autovía vasco-aragonesa en el entorno de Logroño. Igual que está haciendo con Aragón, el Ejecutivo socialista se negó inicialmente. Sin embargo, el gobierno riojano decidió financiar a los usuarios un tramo de forma unilateral y, más tarde, el Ministerio de Fomento decidió sumarse. Por medio también había una promesa electoral de Zapatero.
Sin pronunciamiento oficial En Aragón, vista la actitud del Gobierno central, la DGA ha optado también por subvencionar unilateralmente los peajes, tanto en el tramo de Mallén-Figueruelas como en el de Alfajarín-Fraga. En cuanto al Ejecutivo central, diferentes fuentes habían asegurado de forma reiterada que sí iban a sumarse a la financiación del peaje. Sin embargo, las semanas pasan sin que el Consejo de Ministros apruebe el anunciado acuerdo. De hecho, aún no ha habido ningún pronunciamiento oficial en ese sentido y todo indica que Fomento no dará luz verde si no vuelve a sentirse presionado. Igual que en Galicia, la reducción de peajes en Castilla y León obedece a un compromiso personal asumido por Rodríguez Zapatero. En este caso la motivación no era un presidente autonómico afín al que apoyar, sino que la principal beneficiada era su provincia de origen. De hecho, el propio Zapatero acudió a León en diciembre de 2007 a anunciar que el Gobierno iba a financiar "hasta en un 50% la reducción progresiva del peaje de la autopista León-Campomanes". "Supondrá un gran alivio para muchos ciudadanos", dijo entonces Rodríguez Zapatero. En esta caso, la decisión beneficia también a la comunidad de Asturias. En Andalucía, la liberación de peajes en la autopista Sevilla-Cádiz se produjo en 2005 y también fue un acuerdo pactado entre el Gobierno autonómico y el central. Si los tramos liberados en Andalucía, Galicia, Castilla y León, etc. han sido en mandato del PSOE, el gobierno responsable de liberar un tramo de peaje en Valencia fue el del PP. Fue el Ejecutivo de José María Aznar el que aprobó en 2001 pagar el cien por cien del peaje entre Sagunto y Puzol. En el decreto que se aprueba queda claro que era una cuestión puntual debido a obras en la autovía paralela. Sin embargo, siete años después el Gobierno central sigue ofreciendo gratis todo ese tramo de autopista.
Doble rasero El ejemplo de que hay comunidades de primera en materia de infraestructuras y otras que no lo son lo simboliza un decreto ley aprobado por el Gobierno central. Debido a esa norma, el Gobierno central transfiere anualmente a la Generalitat de Cataluña el siete por ciento del dinero que se recauda en los peajes que dependen de esa comunidad. Con esa medida, el Ejecutivo extiende a la red de carreteras de la Generalitat las ayudas que ya tiene aprobadas de forma generalizada para la red estatal de autopistas. Aunque la DGA no es que haya sido especialmente eficaz en su labor de construir carreteras autonómicas, no consta que las haya financiado de manera indirecta, como ocurre con el caso de la comunidad vecina. Por otra parte, hace apenas una semana se conocieron los primeros datos relacionados con los descuentos aprobados y pagados por la DGA en dos tramos de las autopistas estatales a su paso por Aragón. Como se indicó, ni siquiera 400 turismos hicieron uso en febrero de las exenciones del 50 por ciento del peaje entre Zaragoza y Gallur. La previsión era que iban a usar este descuento entre 2.000 y 2.500 conductores. Entonces no se conocían los datos en el otro tramo sujeto a subvención de la DGA (Alfajarín-Fraga), aunque serán previsiblemente peores, una vez que la fórmula que se planteó no cuadraba con los usos habituales que se hace de esa parte de la AP-2. En cualquier caso, la previsión es que los turismos que se aprovechen de esa exención del 50% vayan en aumento conforme sea más conocido el sistema de telepeaje Vía-T. En cuanto al planteamiento del Gobierno central, en su momento señaló su disposición a pagar el otro 50% entre Zaragoza y Gallur. En el otro tramo valoraba sin embargo un sistema de exención diferente al planteado por el Gobierno aragonés, al entender que no solucionaba el problema. En ambos tramos, la exención actual de la DGA supone que se paga el retorno en los viajes de ida y vuelta en la misma jornada. La parte positiva del poco uso que, de momento, se está dando a los descuentos es que apenas suponen un coste relevante para las arcas autonómicas. Esto puede suponer además que Fomento pueda acelerar su decisión, una vez que los datos han demostrado que supondría un coste menor del que se había calculado.
Desde luego la noticia no tiene desperdicio. Desde este blog le damos un solemne CERO para Zapatero, por discriminador y otras cosas que me callo.